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La conversación sobre la protección del suelo es fundamental, dado que esta nos ayuda a repensar como mantener el equilibrio adecuado en nuestro mundo, donde los bosques, el agua, los animales y seres humanos desempeñan un rol esencial. Según datos proporcionados por las Naciones Unidas, 95% de los alimentos provienen del suelo, pero lamentablemente 33% de éste, está degradado debido a malas prácticas como la contaminación y la deforestación.
Es sorprendente pensar que en una cucharada de suelo hay más organismos vivos que personas en el planeta; lo que nos hace reflexionar sobre la esencia del suelo, un mundo complejo compuesto por organismos, minerales y materia orgánica, vital para el crecimiento de las plantas y la proporción de alimentos a los seres humanos y animales.
Hugh Hammond Bennett, un destacado científico estadounidense, afirmó que “la tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que hacemos comienza y se mantiene gracias a la productividad sostenida de las tierras agrícolas”. Es por esta razón, que se conmemoran días como el Día Mundial de la Tierra en abril, el Día Internacional de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía en junio y el Día Internacional de la Conversación de los Suelos en julio, en honor a su legado y como un recordatorio de la importancia de cuidar nuestros suelos.
Para asegurar un equilibrio ambiental en el futuro, es fundamental comprometernos con la integridad de nuestros recursos y garantizar buenas condiciones para el suelo. En el caso de Colombia y la Amazonia, que es el bosque húmedo más extenso del mundo, enfrentan constantemente amenazas debido a la degradación del suelo causada por la deforestación, el uso de fertilizantes químicos, monocultivos, la erosión del suelo y por supuesto, el cambio climático.
Empresas como Natura, han tomado conciencia de esta problemática y está comprometida en generar un impacto positivo en los suelos de la Amazonia y sus comunidades. Es así como en los últimos 20 años, esta compañía ha llevado a cabo investigaciones en la selva amazónica, estudiando sus frutos y beneficios para ofrecer productos con propósito, al mismo tiempo que implementa prácticas que contribuyen a la conservación y regeneración del Amazonas.
Un aspecto clave de este enfoque es la valorización de la economía forestal en pie, en la que se involucra a los pueblos y comunidades en la cadena de valor. De esta forma, surgió “Ekos”, la primera marca en utilizar ingredientes del Amazonas. Esta innovación ha creado una nueva economía que distribuye y comparte los beneficios, al mismo tiempo que reconoce el valor del conocimiento tradicional de las comunidades.
En resumen, todos los sectores económicos y ciudadanos del común debemos tener conciencia de la importancia de cuidar el equilibrio y la conservación del lugar que habitamos. Son las acciones cotidianas y comprometidas las que nos movilizarán y acercarán día a día a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU, que incluyen la producción, consumo responsable, protección, restauración y promoción del cuidado de todos los ecosistemas terrestres.
