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Las ferias de empleo como la que acaba de convocar Aliadas -la alianza que reúne a 36 gremios empresariales de Colombia- para ofrecer 3.000 oportunidades de trabajo, confirman el compromiso del sector privado colombiano para contribuir al esfuerzo nacional de reducir el desempleo y la informalidad, pero a la vez dejan evidente las barreras que impiden una mayor efectividad cuando se trata de cruzar la oferta y la demanda.
Este tipo de ejercicio, que en esta oportunidad hicimos en alianza con el Sena, la Secretaría de Desarrollo de Bogotá y las cajas de compensación familiar Compensar, Colsubsidio y Cafam, son importantes para comprender lo que quieren y buscan los jóvenes, conocer lo que piensan las nuevas generaciones, porque más allá de un trabajo remunerado sus aspiraciones están asociadas a encontrar entornos propicios para su desarrollo personal y condiciones para su crecimiento profesional.
En esta feria organizada por Aliadas los jóvenes expresaron entusiasmo por haber encontrado un espacio que los reconoce, los escucha, los acerca al mundo real, pero también dejaron constancia de sus frustraciones, de las limitaciones, de los muros que se levantan frente a sus propósitos y las dificultades para incorporarse a la vida productiva.
Desean que su trabajo también les permita flexibilidad en cuanto a horarios, lugar de trabajo y tipos de contratos, así como capacitación, oportunidades de aprendizaje y promociones; ámbitos que les ofrezcan desafíos y sentir que contribuyen a un propósito. Necesitan asesorías socioemocionales, fortalecer competencias blandas, reforzar habilidades técnicas.
La red empresarial colombiana está comprometida a participar en un proceso de transformación, los tiempos han cambiado y se han adaptado, ahora tenemos líderes que reconocen el papel de la empresa en la sociedad, en el desarrollo del país, y saben que cualquier emprendimiento debe considerar aspectos de sostenibilidad vitales como buen gobierno, buenas prácticas, cuidado ambiental y responsabilidad social. Las empresas tienen genuino interés de contribuir en la importante tarea de reducir el desempleo entre jóvenes y mujeres y reducir el riesgo de que más personas terminen en la informalidad y la ilegalidad.
Por eso la importancia del llamado para que la reforma laboral facilite y multiplique estos esfuerzos y no que los limite, interrumpir los factores que llevan a la marginalidad, a la evasión, al contrabando, la piratería y la corrupción; permitir el acceso a los servicios públicos y financieros y mejorar la capacidad presupuestal del Estado para financiar las necesidades de todos en educación, salud, vivienda, infraestructura y asistencia social. Se requiere estabilidad en las condiciones del mercado laboral, más en un contexto de desaceleración económica que presiona a reducir costos.
Integrar a los jóvenes al sistema laboral ayudará a reducir las brechas sociales, la distancia que separa las necesidades del sector productivo con los intereses de los trabajadores, identificar lo que necesita el país, su potencial y sus posibilidades, orientar la educación técnica y profesional hacia las necesidades del mercado laboral, para que cuente con la pertinencia de la oferta y garantizar un marco legal que facilite, flexibilice y propicie la creación de nuevos empleos de calidad.
Nos compete a todos ser parte de la solución.