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El tejido empresarial colombiano ha demostrado que su papel en la estabilidad económica, en el fortalecimiento de la democracia y el desarrollo social es fundamental, con una comprobada capacidad para hacer más eficientes los recursos públicos y ser un buen aliado en cualquier proyecto.
Los impuestos de los colombianos deben retornar a los contribuyentes convertidos en proyectos relevantes y evitar la atomización de los recursos cuando se trasladan en subsidios, algunos oportunos, por supuesto, aunque en su mayoría ineficientes porque no resuelven los problemas estructurales y crean dependencias circunstanciales. Y vale el trillado proverbio del “dale un pez a un hombre y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”.
El mundo se enfrenta a grandes transformaciones y frente a los cambios necesitamos dar respuestas y procurar innovaciones que respondan a las nuevas realidades, articular las distintas fuerzas que componen un país, porque el Estado no puede y no debe asumir todos los roles, parte de su responsabilidad está en trabajar con la sociedad en general y, sobre todo, con el sector privado, en la definición del rumbo correcto.
Dentro de una democracia hay una distribución de roles en instituciones que ha permitido garantizar eficiencia, efectividad y demostrar que muchas veces es mejor construir sobre lo construido y desconocer la experiencia y el conocimiento.
Es prioritario hacer confluir lo que necesita el país, las competencias de sus trabajadores y los requerimientos del sector productivo. Formar jóvenes en asuntos que requiere el tejido empresarial y facilitar su acceso al empleo es una inversión social de impacto inmediato, uno de los caminos más expeditos para contribuir con la inclusión laboral y dar una respuesta a las nuevas generaciones para vincularse al sistema productivo.
Es una labor en la que podemos participar todos, pasar del discurso a la acción, como lo está demostrando el programa Empleo Hay que la semana pasada graduó a 500 jóvenes que terminan formación en Análisis de Datos y Desarrollo Web con React y a 1.200 en inglés en niveles B2-C1 y electivas; que ha logrado que 6.429 jóvenes de Bogotá, Cali, Medellín y Cartagena fueran contratados formalmente o a término indefinido por 750 empresas en distintas áreas de 16 sectores de la economía.
Esto se logra cuando se juntan voluntades para dar soluciones a retos de gran relevancia en el país, como ha sido el caso del desempleo en los jóvenes. Empleo Hay es un programa de empleabilidad para jóvenes que lidera la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, con recursos de la fundación Howard G. Buffett y el apoyo de la Agencia Presidencial de Cooperación, APC Colombia y que ha demostrado que hay que innovar y buscar soluciones, que hay oportunidades laborales.
Y demuestra que hay un compromiso del sector privado a largo plazo y que necesita de estabilidad. Se requiere de una formación pertinente y que los jóvenes se preparen en aquellos sectores y saberes que busca el mercado real. Estamos llenos de profesionales frustrados por no conjugar bien esta ecuación.
Y para ello es importante contar con flexibilización laboral y facilitar los requerimientos empresariales. Empleo Hay es una evidencia de que ese cruce de intereses es una excelente manera de generar oportunidades y hacer inversión social.