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Analistas 23/03/2023

¡Avancemos familias empresarias!

María Piedad López Vergara
Profesora Inalde Business School

Una de las inquietudes más comunes entre los empresarios y directivos es conocer los cambios que afectarán su entorno y la empresa que dirigen. ¿Qué tipo de transformaciones afrontaremos y cómo las incluiremos en nuestras propias organizaciones, sin dejar de lograr crecimientos sostenibles a la vez que se construye un legado? Estos cuestionamientos, para las empresas que son dirigidas por familias empresarias, impactan su empresa, la familia y el patrimonio.

Estas son cinco transformaciones que los empresarios familiares deberán aprender a incluir en su diario ejercicio de la dirección:

La dirección de la empresa a cargo de directivos no familiares. Lasa empresas familiares también pueden aportar valor si son dirigidas por profesionales externos a la familia. No significa que los miembros familiares tengan que salir de la dirección, pero un escenario sin ellos también es posible. Se requiere una mayor conciencia de los miembros familiares para desarrollar habilidades desde el ámbito que le corresponda: la dirección, la propiedad y la familia. De esta manera, se espera que se genere una orientación estratégica desde la propiedad hacia la dirección, contando esta con una autonomía que permita decidir y actuar en entornos cambiantes. La forma como se concibe la propiedad sin estar en la dirección será una próxima transformación y aquí la habilidad para ser un accionista activo es clave.

Reconocer el aporte de un gobierno corporativo de acuerdo con las necesidades de la empresa. Los empresarios familiares estarán más conscientes del impacto que generan estos mecanismos, ya sea por necesidad de orientación o porque han estado expuestos a ambientes donde se valora muy bien la opinión de un externo. Los directivos deben prepararse adquiriendo las habilidades que se requieren para aportar en el escenario de una asamblea de accionistas o una junta directiva: análisis del entorno, conocimiento financiero, de decisiones de inversión y, sobre todo, mucha inteligencia emocional para tomar mejores decisiones.

Fortalecer el rol del pensamiento estratégico orientado a la sostenibilidad, mediante estructuras colaborativas. Se pasará de estructuras jerárquicas a otras más flexibles, colaborativas, en las que se potencie el autocontrol de la persona. Los directivos deberán desarrollar la habilidad de soportar la estrategia en una estructura que pueda adaptarse de manera rápida y eficiente, sobre todo frente a nuevas generaciones que conciben el trabajo y dirección de una manera distinta.

El crecimiento del patrimonio familiar a través de emprendimientos generados por los miembros de las futuras generaciones. Los jóvenes deben conocer la visión familiar y patrimonial y cómo de esta manera pueden generar nuevos emprendimientos en línea con el propósito de la familia empresaria. De esta forma también se va transformando cómo se percibe el compromiso de estas generaciones, pues generar ideas y emprender iniciativas es una forma de compromiso que expresan los más jóvenes.

Finalmente, una de las transformaciones más relevantes será la habilidad que desarrolle cada miembro familiar de vincular la visión familiar, patrimonial y corporativa en las decisiones que espera tomar con su familia en beneficio del desempeño económico y unidad familiar.

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