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Considerar la renegociación de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos supone para el país una visión a corto plazo, políticamente compleja y, además, inoportuna dadas las circunstancias económicas y comerciales actuales en el mundo. Afortunadamente, el Ministro de Comercio, Industria y Turismo ha aclarado las diferencias entre la revisión del acuerdo, contemplada en el texto, y una renegociación, lo cual nos ha permitido respirar con tranquilidad nuevamente.
El comercio mundial experimenta altibajos principalmente debido a factores externos que afectan el flujo entre naciones. Entre estos factores se incluyen la pandemia, interrupciones en las cadenas de suministro, el conflicto en Ucrania y las sanciones a Rusia, sin mencionar las incertidumbres que el futuro puede deparar. Por consiguiente, es responsabilidad del país asegurar mercados, promover la reindustrialización y fortalecer la producción manufacturera interna, así como fomentar el sector de servicios.
Existen numerosas alternativas a disposición del país para avanzar hacia esta nueva visión, y una de ellas es fortalecer las relaciones con India. Durante el IX Conclave India-América Latina organizado por la Confederación de Industrias de la India y el Ministerio de Relaciones Externas de dicho país y celebrado la semana pasada en Nueva Delhi, el ministro de Relaciones Exteriores, S. Jaishankar, estableció como objetivo que el comercio bilateral entre América Latina e India alcance los US$100.000 millones para 2027. Sí, han entendido bien: un comercio bilateral con una meta para 2027. Además, subrayó que para que India sea un actor relevante en el contexto global, debe tener presencia en América Latina. Con esta declaración, el ministro Jaishankar no solo expresó el interés de India en América Latina, sino que enfatizó la concreción de acercamientos entre ambas regiones mediante objetivos específicos.
La meta de duplicar el comercio bilateral actual entre India y Latinoamérica, que alcanzó los US$50.000 millones en 2022, es alcanzable al considerar las similitudes entre la política comercial y de reindustrialización de ambas regiones, así como las prioridades de India hacia las Américas. India, conocida como la “farmacia del mundo”, ofrece cooperación y transferencia de tecnología en el sector farmacéutico, un área estratégica en su política industrial colombiana. Además, proporciona soluciones accesibles en tecnologías de energía alternativa, como solar, eólica e hidrógeno verde y azul, y también en la generación de energía a partir de residuos, promoviendo energías limpias, de las cuales Colombia podría aprender e impulsar para atraer inversiones indias en este sector prioritario para el gobierno.
India también brinda tecnología y cooperación para lograr la seguridad alimentaria y mejorar la eficiencia y productividad agrícola, áreas en las que Colombia necesita un fuerte apoyo. Además, ofrece colaboración en el sector aeroespacial y en tecnologías avanzadas, considerando que el único satélite de Colombia en el espacio fue lanzado por la plataforma india de Isro. Dado que India es un país rico en cultura, arte y lenguaje, también cuenta con experiencia en la creación y fomento de tejidos empresariales exitosos que compiten en el escenario internacional. ¿Es quizás el momento de que Colombia considere a India como un aliado más sólido y cercano en términos comerciales?
Nuestros vecinos del sur ya están haciendo precisamente eso. Brasil e India tienen un comercio de alrededor de US$10.000 millones, superando incluso el comercio entre Japón e India. El Mercosur está en proceso de negociar un acuerdo comercial con India, mientras que Perú e India han iniciado las negociaciones para un acuerdo comercial. Chile también se encuentra en este camino, ampliando el acuerdo de alcance parcial que mantiene con India desde hace más de 10 años. Canadá, la Unión Europea e Inglaterra también están en negociaciones con India. ¿Vamos a dejar pasar de nuevo la oportunidad mientras nos enredamos en la semántica?
Por otro lado, existe un interés en fortalecer el comercio bilateral entre ambos países, que alcanzó los US$3.960,4 millones en 2022 y US$448 millones en el primer bimestre de este año, según datos del MinCIT. Este comercio bilateral supera al comercio entre India e Israel, es mayor que el comercio con el vecino indio, Sri Lanka, y excede el comercio bilateral entre India e Indonesia. Por tanto, es crucial, tal como mencionó el ministro de Comercio, Germán Umaña, mantener este ritmo de crecimiento en el comercio bilateral y coordinar los esfuerzos entre las diversas entidades gubernamentales para agilizar el proceso de inversión india en Colombia en los sectores estratégicos clave para nuestro desarrollo. Asimismo, es importante seguir avanzando en la facilitación y promoción de la reindustrialización, utilizando como referencia las capacidades y oportunidades que ofrece India. Esperemos tomar en serio las palabras del ministro Jaishankar y considerar a India como un aliado cercano y amigo en la búsqueda de crecimiento y estabilidad en el contexto global.