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¿Estábamos preparados? La magnitud, intensidad y velocidad del choque era impredecible y ningún país, empresa o familia podría estar preparada para eso. La pandemia sorprendió al mundo y lo expuso a grandes desafíos para continuar con su desarrollo económico y social. El empleo fue uno de los aspectos que más sufrió.
Con los colegios, los centros de cuidado y las empresas operando a menor ritmo o cerradas, muchos trabajadores perdieron su trabajo y ensancharon las listas de desempleados o inactivos. En muchas empresas, la mano de obra se hizo excesiva para su operación y no todas las compañías pudieron sostener completos sus equipos de trabajo.
El deterioro del empleo en el país no fue menos agresivo que en otros países de la región o del mundo. Por ejemplo, la tasa de desempleo nacional subió a 21,4% en mayo de 2020, la más alta observada en este siglo. Los más afectados fueron los jóvenes y las mujeres con índices de desocupación de 26,6% y 25,4%, respectivamente, para ese mismo mes. En el caso de BBVA nos comprometimos, por un lado, con conservar el empleo de nuestros más de 6.000 colaboradores y por el otro, con generar oportunidades laborales para mujeres y jóvenes. Es así como, en 2020 en plena pandemia, incorporamos 190 profesionales a nuestra red de oficinas y a áreas como la de estrategia de clientes, banca corporativa y de inversión e ingeniería.
El esfuerzo lo consolidamos este año, entre enero y septiembre de 2021, cuando hemos contratado más de 400 personas haciendo un foco en la contratación femenina. Nuestros nuevos colaboradores hacen parte de áreas como ingeniería, ciberseguridad y análisis de datos.
En BBVA reconocemos la importancia y el valor estratégico de la diversidad e inclusión de las mujeres en todos los ámbitos de nuestra organización y por esta razón, hemos acelerado una estrategia de diversidad y equidad que busca poner en valor el aporte de las mujeres en la entidad. Del total de nuestros colaboradores, 60% es talento femenino y los cargos de la Alta Dirección son ocupados por mujeres exitosas en un 45%. Con esto queremos poner nuestro grano de arena para disminuir las brechas de género laborales, donde hoy la tasa de desempleo de mujeres es de 16,4% frente a 9,4% de los hombres.
Nuestro compromiso con la reactivación también tiene a los jóvenes en el centro de la estrategia y para eso nos unimos al programa gubernamental de Mi Primer Empleo y nos aliamos con el Sena para capacitar en nuevas tecnologías a 30 jóvenes, que luego puedan vincularse a la entidad. Aunque la tasa de desempleo de los jóvenes ya ha bajado de esos máximos de 2020, aún se ubica en 21,5% frente a 18% en prepandemia.
La tarea pendiente para el sector privado y público es un mercado laboral más formal, con menos brechas y generador de más empleos de calidad. La pandemia, actuó en contravía con esto, llevando a la informalidad al 48% a principios de 2021.
Las dinámicas regionales hacen que Colombia sea un país con una fortaleza institucional diferencial y con un reconocido atractivo por los inversionistas y las empresas internacionales, dicho reconocimiento no solo se debe a sus políticas sino a que los colombianos se distinguen por ser muy buenos profesionales. De ahí que los empresarios sigamos apostando con confianza y decisión a la creación de empleo.
De esta manera, creo que las empresas debemos poner al alcance de los ciudadanos las oportunidades, impulsar la diversidad, la inclusión y las nuevas formas de trabajo. Nos enfrentamos a grandes retos, necesarios si queremos no sólo asegurar una reactivación sostenible, sino contribuir a la construcción de una sociedad más igualitaria e inclusiva.
