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Este sábado pasado se abrió el partidor y empezó la inscripción de candidatos y listas al Congreso. Ya empezaremos a ver los cómo será la Cámara y el Senado de los próximos 4 años. Estas listas estarán diseñadas para tejer la gobernabilidad del país hasta 2026 y el control político que se le haga al Presidente que se posesione en agosto del próximo año.
Y es ahí donde se notará la ausencia de grandes figuras políticas de todas las tendencias que decidieron apartarse de esta carrera al Congreso. No solo se trata de grandes electores sino de voces instruidas que siempre aportaban al debate y que ya sin ellas dejan en aprietos a sus partidos. Por el lado de la derecha, el Centro Democrático ya no contará con el expresidente Álvaro Uribe, de quien dicen ahora está concentrado en su proceso judicial mientras su partido arde en llamas en medio de peleas y pugnas por el poder.
En la izquierda definitivamente se sentirá la pérdida del senador Jorge Enrique Robledo, una voz mesurada, tranquila pero incisiva; juicioso, disciplinado y al corte cuando preparaba debates de control político. El Partido Conservador pierde a su mayor elector, el senador David Barguil, quien de lejos le daba ese aire de renovación a los azules y quien ahora es precandidato a la presidencia.
En el Partido Liberal también dejan ir a uno de sus mejores figuras, el senador Luis Fernando Velasco, quien desilusionado por el desangre de los rojos terminó en el Pacto Histórico. En Cambio Radical se quedarán sin Rodrigo Lara y Germán Varón, de lejos dos de los senadores más reconocidos de esa colectividad. En los verdes también hay bajas sensibles: a la de Antanas Mockus que se daba por descontada desde hace más de un año, se suma la salida de su pupila Juanita Goebertus, joven, fresca, con propuestas, tranquila y juiciosa.
Para hacer las cuentas más claras, cuatro de los grandes electores de hace cuatro años no aparecerán en los tarjetones del próximo 13 de marzo: no estará el expresidente Uribe, quien obtuvo 870.000 votos; tampoco el profesor Mockus quien sacó 539.000 votos; después de 20 años se retira Robledo, quien llegó con 225.000 votos y tampoco se lanzará David Barguil, quien hace cuatro años consiguió 138.000 votos. No es que todo esté perdido, muchos de los que se quedan y repiten tienen las credenciales; hay algunos jóvenes inquietos que hacen mucho desde su esquina ideológica; en los verdes Mauricio Toro y Katherine Miranda. Desde Cambio Radical, José Daniel López, y en el Centro Democrático, Gabriel Santos y Edward Rodríguez. Además emociona escuchar los nombres de algunas figuras que podrían llegar al Congreso, como Humberto de La Calle, quien encabezaría la lista de la Coalición de la Esperanza, David Luna que podría llegar por Cambio Radical, y Miguel Uribe, quien desde hace meses se perfila como candidato del Centro Democrático.
Entre los que salen y los que entrarían al Congreso el saldo está en rojo. Por demás muchos de los que renuncian a su curul lo hacen para medirse en la carrera por la presidencia, pero lo más seguro es que a ninguno le alcance. Así las cosas habrá que ver desde donde juegan en los próximos años los entonces excongresistas, porque su peso en la vida política se requiere para ese balance y control que necesita la democracia y la institucionalidad.