Mancuso, ¿gestor de qué?

Sin ninguna explicación, sin ningún contexto, sin ningún antecedente, en cambio sí con muchas preguntas, controversias y vacíos detrás y casi como una provocación y abriendo una puerta que no se sabe a dónde conduce, el Presidente anuncia la designación de Salvatore Mancuso como gestor de paz.

Mancuso fue extraditado hace 15 años por cargos de narcotráfico. Hoy su estatus no es claro, aunque ya cumplió la pena, sigue bajo custodia de las autoridades en Estados Unidos, Colombia lo pidió en extradición y él está a la espera de que autoricen su repatriación a Italia. Desde hace varias semanas viene hablando ante la Justicia Especial de Paz, abierta, pública y desmedidamente, diciendo muchas cosas, escandalosas y polémicas, el problema es que no se sabe si son verdad, mentira o una mezcla de ambas. Tal vez, muchas de esas declaraciones no con el ánimo de aportar a La Paz o reparar las heridas de las víctimas, sino más bien una especie de retaliación con una ansiedad de venganza.

Aún más grave, lo dicho por Mancuso, no ha sido sometido a un proceso de verificación; lanza acusaciones, reconoce delitos y señala culpables pero nadie ha dejado claro que esa no es la verdad judicial, y que quizá, son más mentiras de parte de un hombre responsable de 38.625 crímenes. Sin embargo, el Presidente, que apunta a muchas partes con su bandera de la Paz Total, le dio el aire que necesitaba, válido todo lo que dijo Mancuso al graduarlo como Gestor de Paz.

¿Gestor de paz? Según la ley 2272 la designación de un gestor de paz se restringe a miembros de grupos al margen de la ley y su labor es contribuir a acuerdos humanitarios durante la fase de diálogos. Y entonces me pregunto, ¿Mancuso es miembro de cuál grupo al margen de la ley? ¿Contribuirá en qué negociación? Los más agudos apuntan a que entraría en el proceso con el Clan del Golfo ¿Será así, o su designación simplemente servirá para abrir una caja de Pandora? Claro, en ese proceso de Justicia y Paz todavía hay mucho por decir y muchos capítulos por cerrar, pero a estas alturas la verdad se tiene contar con las víctimas no con los victimarios. Además Mancuso lleva 15 años fuera del país, aunque el Clan del Golfo surge de los reductos del paramilitarismo, todo ha pasado al margen de él. Ósea poco o nada puede aportar en ese proceso. Ahora se conoce un audio donde el mismo Mancuso dice que esto significaría reanudar las negociaciones de Ralito. Es decir, ¡se trata de algo peor!, pretenden revivir las Autodefensas de hace dos décadas y negociar con esos exjefes paramilitares.

Ahora bien, si lo que quiere el gobierno son coordenadas en la búsqueda de miles de desaparecidos, ¿es necesario darle el status de gestor de paz? De hecho con las declaraciones que ha hecho Mancuso en la JEP ya se inició la búsqueda, ahora lo que se necesita es un acuerdo eficiente y riguroso para que la Cancillería pueda llegar hasta las fosas que ha dicho el exparamilitar están en Venezuela.

En medio de tantas preguntas, lo que sí es un hecho es que esta designación de Mancuso como gestor le dará la posibilidad de quedar en libertad, esto muy a pesar de que en Justicia y Paz tiene vigentes dos órdenes de captura: una de 2019 por 588 homicidios, 922 desplazamientos y 44 desapariciones y otra de 2020 por 14 homicidios, 52 desplazamientos y 19 desapariciones.