La indemnización y el seguro de desempleo

Los dos principales mecanismos para proteger a los trabajadores de la pérdida de empleo son la indemnización y el seguro de desempleo. El diseño de cada uno de estos mecanismos debe tener en cuenta diferentes aspectos como los requisitos para acceder, el monto, la duración del desempleo, la forma en que se financian, y los grupos de trabajadores que están cubiertos. La indemnización es un pago por una sola vez y no tiene en cuenta la duración del desempleo, mientras que en el diseño de los seguros de desempleo se incluyen incentivos para la búsqueda activa de empleo y capacitación, teniendo efectos positivos sobre la empleabilidad. La financiación no es un tema menor, en la medida en que el pago de la indemnización es asumido por el empleador mientras que el seguro de desempleo es financiado de manera tripartita entre el empleador, el trabajador y el Estado.

Un trabajo reciente de la OIT estudia los seguros de desempleo y las indemnizaciones en 15 economías avanzadas y 19 economías emergentes, y muestra que mientras en las primeras predomina el seguro de desempleo, en las segundas predomina la indemnización. Entre las principales razones de esta diferencia encuentra que los seguros de desempleo necesitan capacidades administrativas mucho más sólidas por parte de la administración pública y el uso de recursos públicos.

El estudio afirma que la indemnización es un mecanismo más simple que el seguro de desempleo, y que en la medida en que las economías se desarrollan y los mercados laborales se robustecen, la legislación laboral avanza más hacia los seguros de desempleo y menos hacia las indemnizaciones.

En Colombia existen varios mecanismos de protección por la pérdida de empleo. Desde la mitad del siglo pasado se crearon las cesantías, y con la ley 50 de 1990 se convirtieron en un mecanismo de ahorro. Hace diez años se creó el Mecanismo de Protección al Cesante como una aproximación al seguro de desempleo. En el diseño de este mecanismo se incluyó la creación del Servicio Público de Empleo, se incentivó la obligatoriedad que los trabajadores buscaran trabajo activamente a través de las agencias de empleo para recibir el pago a la seguridad social manteniendo la afiliación a salud y pensiones durante los periodos de desempleo, y se buscó el complemento con las cesantías como parte del diseño de un seguro de desempleo. Finalmente, existe la indemnización por años trabajados cuando el trabajador es despedido sin justa causa.

La reforma laboral propuesta por el gobierno se apoya en las indemnizaciones pagadas por las empresas como un mecanismo de estabilidad laboral y no busca profundizar el seguro de desempleo, aunque para el mercado laboral es más deseable lo segundo. En medio de una revolución tecnológica que genera un mundo en cambio constante, con nuevas formas de producción, es necesario proteger a los trabajadores, pero también a las empresas. Es importante además diseñar mecanismos que protejan a los trabajadores informales y a las micro, pequeñas y medianas empresas, que en Colombia son más de 95% del total de las empresas. Mayores costos pueden generar más informalidad y desempleo. No es solo una cuestión de distribución entre capital y trabajo, como lo plantea la reforma.