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En marzo, cuando aparecieron los primeros casos de covid-19 en Portugal, rápidamente adoptamos el teletrabajo, pero ingenuamente esperábamos que todo terminara rápidamente. Incluso íbamos a tener una feria en abril que se pospuso para septiembre.
No podríamos estar más equivocados. Ha pasado casi un año y la situación pandémica no solo persiste, también tiene valores de nuevas infecciones cien veces peores que al principio.
En el camino, como seres humanos que somos, nos hemos adaptado a una nueva normalidad. La pandemia ha afectado nuestra vida profesional, personal y social. A nivel económico está creando fuertes perturbaciones, sin embargo, como siempre en situaciones de crisis, los sectores están prosperando y están surgiendo nuevas oportunidades. Personalmente creo que el ingenio humano ha sido nuestro motor de desarrollo como especie. Y en esta situación no será diferente, será la tecnología y la ciencia las que nos ayudarán a salir de esta pandemia.
Quizás el más comentado fue el desarrollo en tiempo récord de vacunas con tecnología mRNA. Esta técnica innovadora crea un mensaje genético que le enseña a nuestro cuerpo a producir partes del virus para entrenar el sistema inmunológico. Una especie de “manual sobre cómo identificar y matar un Sars-CoV-2” para nuestro cuerpo. Una hazaña extraordinaria que naturalmente merece toda la atención. Sin embargo, esta guerra no se limita a una bala de plata que, aunque se está desarrollando en un tiempo récord, todavía tarda en distribuirse a toda la población mundial. Se necesitan otras armas para combatir este virus hasta que se logre la inmunidad de grupo.
Otra tecnología que está experimentando un rápido desarrollo y donde muchos fabricantes están poniendo esfuerzos es el LED ultravioleta tipo C (LED UV-C). Este tipo de dispositivo emite una luz que es invisible para los humanos, pero tiene la propiedad de matar virus y bacterias, incluido naturalmente el SARS-CoV-2.
Las propiedades germicidas de la luz ultravioleta se conocen desde hace mucho tiempo. Pero, hasta hace muy poco, la forma más común de producir esta luz era utilizando lámparas fluorescentes convencionales. Con la aparición del LED UV-C, similar a lo que sucedió con la luz blanca, se abre un nuevo camino de oportunidades y aplicaciones en el campo de la desinfección.
En el campo de las aplicaciones LED UV-C, podemos pensar en limpiar el aire, reduciendo la carga viral suspendida. En la esterilización de superficies y objetos y también en el tratamiento de aguas.
Imagina que tienes este tipo de dispositivos en hogares, escuelas, hospitales, oficinas o incluso en casa. O, por ejemplo, que tengamos una caja donde podamos poner nuestros objetos personales y que, pasados unos segundos, estén completamente desinfectados.
Es realmente interesante saber que tenemos una luz invisible que nos está cuidando y matando activamente la posible carga viral. Es otra poderosa arma resultante de nuestro ingenio que nos ayudará a combatir esta pandemia. Y, si el LED UV-C tiene un desarrollo similar al LED blanco, es de esperar que muy pronto tengamos luz UV-C en todas partes (hogar, oficina, hospitales y otros) velando por nuestra salud.
La humanidad claramente ha sido tomada por sorpresa con este virus. Y, según los expertos, fue un desastre anunciado y otros pueden estar a la vuelta de la esquina. Pero si hay un lado positivo de esta crisis es el desarrollo y mejora de todos estos mecanismos de defensa. Cuando llegue el próximo, seguramente estaremos mejor preparados.