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En el año 2000, el juez federal Thomas P. Jackson señaló en un fallo que Microsoft debería ser dividida en dos compañías para frenar sus prácticas monopolísticas.
Y aunque el fallo nunca se ejecutó, porque algunos comentarios de Jackson condujeron a un panel del Departamento de Justicia a creer que el juez tenía una visión sesgada, el exagerado poder de mercado de los cuatro gigantes de la nueva economía (Google, Facebook, Amazon y Apple) ha salido nuevamente a flote, a raíz de una audiencia virtual que realizó el Congreso de Estados Unidos, a finales de julio.
Para empezar, los CEOs de los cuatro gigantes no fueron cuestionados de la misma forma: la mayoría de los interrogantes fueron para Jeff Bezos, de Amazon; Mark Zuckerberg, de Facebook; y Sundar Pichai, de Google, cada uno de los cuales intervino por 50 minutos, mientras que Tim Cook, de Apple, lo hizo por 25 minutos.
En la audiencia, salieron a relucir correos en los que Zuckerberg mostraba su preocupación por la posibilidad de que Facebook perdiera terreno frente a Instagram, y sugería que la compra de ‘start ups’ rivales era la mejor forma de evitar la competencia, tal como lo hizo cuando pagó US$1.000 millones por la popular aplicación de fotos, en 2012, o US$19.000 millones por WhatsApp.
“A la competencia la compramos, o le hacemos saber que le vamos a causar dolor”, afirmó en algún mensaje interno el joven CEO, cuya fortuna supera los US$90.000 millones.
“¿Utiliza Amazon los datos de las ventas de terceros (a través de su plataforma) para saber qué productos lanzar?”, le preguntó la representante Pramila Jayapal a Bezos -que encabeza la lista de billonarios de Bloomberg, con US$184.000 millones-, cuya respuesta evasiva fue: “Tenemos una política contra eso, pero no puedo garantizar que nunca haya sido violada”.
Ante una pregunta de la congresista Mary Gay Scanlon sobre prácticas predatorias, como la venta pañales por debajo de su precio para sacar del mercado a diapers.com, Bezos dijo: “no recuerdo lo sucedido aunque sí sus pañales”, a pesar de que Amazon terminó adquiriendo la matriz de su competidor, Quidsi, y después subió los precios.
“El problema es el modelo de negocio de Google, que convirtió la web en un jardín amurallado que mantiene cada vez más a los usuarios dentro de sus sitios”, dijo el republicano David Cicilline.
Y aunque Sundar Pichai dijo que los consumidores tienen alternativas en la búsqueda de productos en línea, como Amazon, EBay o Walmart, Alphabet (la matriz de Google que reportó US$160.000 millones de ingresos en 2019) enfrenta una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, similar a la de Microsoft, en los 90, y la Unión Europea le ha impuesto millonarias sanciones por abuso de posición dominante.
En una reciente columna, Shira Ovide, del New York Times, recordaba el caso de ExxonMobil -la compañía más valiosa del mundo hace 10 años, cuya acción acaba de ser excluida del Dow Jones-, mientras las tecnológicas ganan poder e influencia en los mercados.
Hoy, cuando la empresa más valiosa es Apple y la información y los bits desplazaron al petróleo como el recurso más valioso, la pregunta clave es: ¿hay forma de reducir el poder de mercado de estos gigantes, cuyas prácticas están afectando la innovación y la competencia?