.
Analistas 14/04/2025

Más Iberoamérica: propuesta en un mundo bipolar

Núria Vilanova
Presidente de ATREVIA

La crisis de los aranceles desatada el pasado 2 de abril y las distintas reacciones tanto del propio EE.UU. -y el anuncio de una prórroga con muchos países-, de la UE, de China y de otras grandes economías asiáticas confirman que avanzamos hacia un mundo multipolar. Frente a esta incertidumbre global, desde el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica, Ceapi, que agrupa a 325 presidentes de compañías de 18 países iberoamericanos, proponemos como respuesta: más Iberoamérica.

Una alternativa viable que pasa por fortalecer el multilateralismo, diversificar mercados, consolidar relaciones comerciales, y definir unas nuevas reglas del juego basadas en la reciprocidad y la complementariedad tanto en el ámbito regional como con el resto del mundo. Y, cuando hablamos de multilateralismo, nos referimos a avanzar en la definición y puesta en marcha de mecanismos de cogobernanza que sean efectivos a la hora de hacer posible más cooperación, más diálogo y más inversión.

En concreto, Iberoamérica tiene que aprovechar que -tras la guerra de Ucrania, el cambio en las relaciones entre Trump y Putin o la exigencia de Estados Unidos de que incremente su gasto en defensa- Europa ha despertado. Recientemente, Josep Borrell, anterior Alto Representante Exterior de la UE, insistía en que es necesario mirar más a esta región. Y recordaba su propuesta de sellar una segunda Alianza Atlántica, en esta ocasión entre Europa y Latinoamérica. Un contexto en el que España actúa como puente con el Viejo Continente, pues el primer inversor europeo en América Latina y primer receptor europeo de la inversión latinoamericana; pero también como trampolín con el resto del mundo pues facilita ampliar mercados en África, Asia u Oriente Medio.

El punto de partida es un comercio entre ambas regiones que ha crecido cerca de un 40% durante la última década hasta alcanzar los 369.000 millones de euros en 2023. Y todo parece indicar que esa tendencia seguirá al alza. Ahí están los recientes acuerdos firmados, en fase de ratificación o en vigor, entre la UE y Mercosur, con México, con Chile o con Colombia, más los ya existentes. En total, 94% del PIB de latinoamericano este amparado por tratados comerciales con un mercado de medio y alto poder adquisitivo que suma 450 millones de ciudadanos. Sin olvidar que el programa Global Gateway, dotado con 45.000 millones de euros a Latinoamérica, actúa como palanca de transformación verde y digital.

Por su parte, las empresas latinoamericanas deben aprovechar esta ventana de oportunidad para integrarse en las cadenas globales de suministro que supone, a través del friendshoring y el nearshoring, la relocalización de los centros de producción. Es imprescindible que las compañías latinoamericanas se conviertan en ‘multilatinas’. Y que las que ya lo son crucen el Atlántico para pasar a ser ‘multiberoamericanas’, reforzando esa dinámica de generar empleo, apostar por la innovación y ganar competitividad.

En definitiva, si Iberoamérica sabe jugar sus cartas puede convertir la situación actual en grandes oportunidades. Por un lado, puede continuar siendo un socio preferente de EE.UU. -aunque es verdad que no lo serán todos los países por igual- gracias a su posición geográfica y a los estrechos lazos comerciales, sociales o políticos. Por otro, puede mejorar su posición en el mundo, contando con aliados estratégicos como la UE. Pero todo eso pasa, en primer lugar, porque Iberoamérica haga una propuesta de valor en lo económico, en lo político y en lo social que cuente con auténtico respaldo institucional. Es hora de ponerse manos a la obra.