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Cada día ocurre un hecho que confirma que la incorporación de la mujer a todos los ámbitos de la sociedad ha sido la mayor transformación del siglo XX. Un proceso irreversible y que todavía no ha concluido: las mujeres continúan rompiendo techos de cristal en los más variados terrenos. La semana pasada la selección femenina de fútbol de Estados Unidos se proclamó campeona del mundial que se acaba de celebrar en Francia, despertando un interés sin precedentes. Las campeonas han desfilado como heroínas por las calles de Nueva York, inaugurando un nuevo tiempo para el deporte femenino como fenómeno de masas y poniendo fin a ese estereotipo de que “el fútbol es cosa de hombres”.
Entre estas nuevas estrellas deportivas ha emergido una líder: la capitana de la selección de Estados Unidos de Fútbol, Megan Rapinoe. Sus palabras al celebrar el triunfo son una declaración de intenciones: “Este grupo es fuerte y resistente. Tenemos el pelo rosa y el pelo morado, tatuajes y rastas, tenemos chicas blancas, negras y lo que hay en medio”. Una mujer que desafía al propio Trump al afirmar que “tal vez Estados Unidos sea grande para algunas personas en este momento, pero no lo es para suficientes estadounidenses en este mundo”.
Lo que está claro es que ese mundo del que habla Megan Rapinoe necesita más mujeres como ella. Y, afortunadamente, las hay. Mujeres que no ocupan titulares, pero que están cambiando el mundo y de las que todos tenemos mucho que aprender. Porque una de las asignaturas pendientes es sacar a la luz esa capacidad, trabajo, pasión y talento que aportan las mujeres en todo proyecto en el que participan.
Precisamente por eso, en el marco del III Congreso Iberoamericano del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi), vamos a organizar una jornada homenaje a esas mujeres empresarias iberoamericanas que han demostrado que la visión de la mujer es clave a la hora de dirigir una organización. Porque la mirada femenina ha dejado de ser ese concepto simplón con el que algunos calificaban la aportación de las mujeres en la empresa, para pasar a ser, indiscutiblemente, un factor que genera valor añadido.
Y para ello, nada mejor que conocer la fórmula de grandes empresarias colombianas como Astrid Álvarez, presidenta del Grupo Energía Bogotá, multilatina líder en el sector en la que ha logrado resultados históricos y donde, además, ha implementado un robusto Gobierno Corporativo alcanzando el cumplimiento de 92% de las recomendaciones del código país de la Ocde; Carmen Abondano de Dávila, cofundadora del Grupo Daabon, el conglomerado empresarial con sello samario que está entre los más sólidos y exitosos de Colombia; Silvia Tcherassi, considerada una de las personalidades más creativas y versátiles en el mundo de la moda y presidenta y fundadora Altamoda y la doctora Gina Magnolia Riaño, Secretaria General de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social y gran defensora de la igualdad y de los objetivos de la Agenda 2030.
También contaremos con la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan, que nos aportará su saber en materia internacional, ámbito donde esta mujer natural de Costa Rica y que ha ejercido como Secretaria General Adjunta de la Naciones Unidas, ha promovido exitosas políticas para combatir la desigualdad y la pobreza.
En definitiva, en ese encuentro que celebraremos a finales de septiembre en Madrid, comprobaremos como la mirada femenina en las empresas y en la sociedad nunca fue tan importante como ahora. Y, por supuesto, nos convenceremos de que contar con más mujeres en puestos de responsabilidad y decisión es la forma más inteligente de asegurarnos de que lo mejor está por llegar.