Tenemos Plan Nacional de Desarrollo – PND

Muchas personas se preguntaban si era posible lograr la aprobación del PND sin tener completa la coalición de gobierno y con las diferentes tensiones que estaban presentes en las plenarias. Los días estaban contados, 45 días sin opción de prórroga o de lo contrario sería aprobado por decreto. Sin embargo, el Congreso de la República le cumplió a los colombianos con la aprobación de un Plan Nacional de Desarrollo, que apuesta a generar transformaciones sustanciales para garantizar equidad, justicia y desarrollo para las familias colombianas.

El PND ‘Colombia Potencia Mundial de la Vida’ es la hoja de ruta con la que este gobierno reconoce no solamente a la población históricamente excluida, sino también los territorios históricamente olvidados, a través de cinco ejes de transformación: Ordenamiento del territorio alrededor del agua, seguridad humana y justicia social, derecho humano a la alimentación, transformación productiva para la vida y acción climática y convergencia regional.

Un proyecto construido con más de 91.000 propuestas de la ciudadanía en 51 Diálogos Regionales Vinculantes; con un arduo trabajo de todas las fuerzas políticas desde el 7 de febrero, día de su radicación, con más de 7.000 proposiciones tramitadas al articulado, hasta la madrugada del 5 de mayo con la aprobación de la conciliación entre Cámara y Senado.

Un Plan que apuesta a grandes transformaciones; solo por mencionar algunas: Se crea el Programa Hambre Cero, garantizando progresivamente el derecho a la alimentación y la lucha contra la desnutrición; el Sistema Nacional de transferencias, que organiza los subsidios, optimiza recursos y los lleva a quienes realmente los necesitan; el programa Agua es vida, que garantiza acceso al agua potable de calidad en territorios donde no se tiene, logrando llegar a más de 4 millones de hogares; la actualización de la Política Pública de Salud Mental y el fortalecimiento organizacional en el Ministerio de Salud y Protección Social para su implementación; cátedras obligatorias en educación básica y media de geografía, historia de Colombia y educación física; así como la condonación de créditos Icetex con criterios de excelencia académica y ampliación de cobertura en educación superior para 500.000 nuevos jóvenes que terminan sus estudios de bachillerato en instituciones públicas.

Otro de los grandes retos está en el fortalecimiento de la economía popular y solidaria, su articulación con la política de trabajo digno, decente y la generación de nuevas oportunidades de empleabilidad; el reconocimiento a los fondos de empleados con su contribución a la disminución de desigualdades sociales y salariales, además el fomento a programas de emprendimiento y la democratización del acceso a crédito.

Alrededor del PND, también se generaron muchos mitos, que en el marco del debate público se pudieron desmentir, como el que tenía que ver con la presunta expropiación exprés, lo cual no es cierto. Se trata de buscar la agilidad en los trámites a través de la Agencia Nacional de Tierras, dejando claro que es a través de venta voluntaria y compra por avalúo comercial. Este proceso para comprenderlo se debe analizar de manera integral con todos los elementos que se incluyeron en el PND, como el fortalecimiento del Sistema Nacional de Reforma agraria y rural, mediante 8 subsistemas que le darán dinamismo y efectividad a la meta de entregar 3 millones de hectáreas formalizadas a campesinos, en coherencia con el reto de actualizar 70% del territorio nacional (79 millones de hectáreas) con catastro multipropósito y la articulación y coordinación con el Sistema Nacional de Administración de Tierras, con el firme propósito de cumplir con el primer punto del Acuerdo de Paz.

El Plan Nacional de Desarrollo también es responsabilidad de quienes hacemos parte del Congreso de la República, porque fuimos elegidos para ser la voz de la ciudadanía que espera ver reflejadas las soluciones a sus necesidades con políticas, programas y servicios pertinentes, de calidad y con la cobertura que nos permita superar las brechas de inequidad, saldar la deuda social y seguir creciendo como país convirtiéndonos en el más atractivo para realizar inversión en América Latina.

El reto ahora es su implementación para hacer de Colombia una potencia mundial de la vida.