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Analistas 19/06/2021

Educación y empleabilidad

P. Harold Castilla Devoz
Rector General de Uniminuto

De acuerdo con el Dane, para el primer trimestre de 2021, la tasa de desempleo de la población joven se ubicó en 23,9% registrando un aumento de 3,4% frente al trimestre enero - marzo 2020; esta información nos deja ver la importancia de reactivar la economía y fortalecer la educación para que los jóvenes estén formados en conocimientos y competencias pertinentes y flexibles que les permita vincularse en los sectores que están generando vacantes laborales.

Con el objetivo de que los jóvenes puedan encontrar una oportunidad para visualizarse como profesionales en un trabajo formal y remunerado, es importante tener en cuenta que la falta de experiencia y de conexión de la educación con el mundo laboral, genera dificultades para que el porcentaje de desempleo de los jóvenes disminuya. Varias son las estrategias que se han diseñado e implementado para fortalecer la integración entre el mundo de los jóvenes y los sectores productivos de nuestra nación. Conocer los sectores económicos, tendencias y oportunidades laborales que están reactivando la economía es clave porque ayuda a que la apuesta de formación se construya con mayor pertinencia y concreción. En este sentido, las Instituciones de Educación Superior (IES) están desafiadas a estar en constate interacción con el mundo empresarial y del emprendimiento. Las oportunidades que se presentan son hoy de mayor recurrencia en el tiempo, debido a la necesidad que estas tienen de formar a su talento humano en nuevos procesos y fortalecer sus habilidades y competencias para las tareas a realizar y, así, adaptarse a la misma organización.

Para lograr estas acciones y muchas otras, desde las IES es importante contar con líneas de investigación u observatorios laborales que permitan la identificación de las necesidades de los sectores de la economía, así como de prospectiva empresarial y productiva. La academia está llamada a brindar el conocimiento y experiencia para que los jóvenes cuenten con herramientas para enfrentarse a los procesos de selección y de desarrollo laboral. También es importante que desde la educación se forme a los jóvenes a través de metodologías pedagógicas que aporten al desarrollo de las habilidades que va demandando el mercado de acuerdo con las realidades y tendencias de las regiones, de los países y del mundo. Es ineludible cerrar las brechas al momento de ingresar al mercado laboral tras el tránsito por un ciclo formativo. De allí que sea esencial que, desde el Gobierno, en cabeza del MinEducación y MinTrabajo, se establezcan mecanismos de análisis estadístico y de tendencias (prospectiva), para el control y toma de decisiones sobre la pertinencia de oferta educativa, de forma tal que los jóvenes graduados tengan oportunidades de ingreso al mercado laboral. De igual manera, se requiere fortalecer los procesos de articulación entre las entidades de educación técnica y superior con el sector productivo y social, para que se puedan atender niveles más cercanos de formación y primeras experiencias en empresas con el fin de ayudar a los estudiantes a escoger su interés sobre el campo en el que se desarrollarán y/o sensibilizarse sobre la oportunidad que tienen de proponer procesos de innovación o mejoramiento al interior de las empresas.

En general, el desafío es enorme, los jóvenes se encuentran en un proceso psicológico fuerte al tener que afrontar situaciones desatadas por la pandemia, sus niveles de estrés y ansiedad son superiores, y a ello, agregamos barreras de acceso a los mercados laborales, que intentan ser mitigadas con las recientes políticas públicas; sin embargo, es necesario emocionar a los jóvenes con el futuro, y al igual que motivar a los empresarios con respecto a los beneficios que obtendrán incluyendo este segmento poblacional en el aparato productivo del país.

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