Lo humano siempre prevalecerá

Cada semana que me corresponde dedicar el tiempo suficiente a escribir esta columna de opinión sobre educación en general, pero particularmente desde la perspectiva del nivel terciario, trato de encontrar la clave de inspiración que me permita reflexionar y proponer unas ideas con el propósito de que entre todos podamos responder a los retos que se nos presentan. Esta semana tuve la oportunidad de abordar dos momentos importantes frente al tema del cual todos hoy hablamos en educación superior.

Se trata de la tecnología emergente de inteligencia artificial (IA) que, aunque hace muchos años atrás apareció en la esfera de lo público y social, hoy es una de las grandes realidades que hace que muchos de nosotros estemos pensando en sus beneficios y riesgos para toda la humanidad, pero especialmente para este sector educativo. Los momentos a los que hago referencia son: la participación en la IFE Conference 2025 del Instituto para el Futuro de la Educación en el Tecnológico de Monterrey en México, donde fui ponente y la publicación de una nota sobre la relación entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana del Dicasterio para la Fe en unión con el Dicasterio para la Cultura y la educación llamada Antiqua et Nova.

Ambas experiencias, a través de la participación directa y de la lectura profunda, me permiten concluir que en tiempos de la inteligencia artificial generativa podemos decir sin equivocarnos que la dimensión humana de la educación superior prevalecerá. Significa esto que, aunque existan las tecnologías más emergentes, la importancia de la relación de los actores del proceso educativo (estudiante-maestro) se convierte en un valor cada vez más esencial porque son ellos en sí quienes muestran esa dimensión interpersonal tan necesaria en la vida para que la comunicación de la alteridad se desarrolle. Si nos hacemos la pregunta de que si la IA va a reemplazarnos como humanos, debo decir con contundencia que no. La razón por la que digo eso se basa en la experiencia de enseñanza-aprendizaje durante la pandemia de la covid 19. Muchos estudiantes anhelaban la interacción con educadores humanos.

Es importante destacar que el proyecto educativo de una Institución de Educación Superior, IES, integrado a la IA deberá estar centrado en el ser humano, posicionando la tecnología como una herramienta para promover la equidad educativa, la calidad y la inclusión. Esta alineación garantiza que la innovación tecnológica sirva a los objetivos más amplios de la educación superior. Este enfoque reconoce que la integración exitosa de la IA en la gestión educativa requiere equilibrar las capacidades técnicas con las necesidades humanas. A medida que las instituciones implementan iniciativas educativas, pedagógicas, didácticas y curriculares con la IA, la orquestación reflexiva y ética de la tecnología y la pedagogía se vuelve esencial. Esta transformación exige una inversión significativa en el desarrollo de capacidades tanto en las competencias de IA como en el desarrollo contemporáneo de la educación superior.

Lo más real es que todos ya estamos usando la IA, pero lo más importante es que aprendamos a usarla de manera efectiva. Siempre habrá un elemento de humanidad en la educación, porque las herramientas por sí solas no tienen creatividad o empatía a nivel humano. Hay un largo camino por recorrer antes de que la IA pueda reemplazar a un educador humano, a esta hay diseñarla siempre como una oportunidad de mejor humanidad.