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En la actualidad, nos encontramos inmersos en un debate crucial: La facilitación o el bloqueo de la innovación en el ámbito de la salud en nuestro país. En un mundo donde la ciencia y la tecnología evolucionan de manera acelerada, es imperativo que las entidades reguladoras, adopten un papel proactivo que fomente y facilite la llegada de soluciones innovadoras.
Un marco regulatorio que promueva la innovación no solo impulsa la creación y accesibilidad de soluciones para necesidades médicas no satisfechas, sino que también contribuye a mejorar equitativamente la calidad de vida de los ciudadanos. Es aquí donde resulta crucial desmontar la noción errónea de que la innovación y la sostenibilidad del sistema de salud son incompatibles. Por el contrario, la tecnología ofrece oportunidades para transformar vidas, especialmente en el caso de enfermedades crónicas, donde se puede evitar que los pacientes alcancen estados avanzados en sus condiciones que comprometan su bienestar y el de sus seres queridos.
Es esencial comprender el impacto de la innovación en la vida de los pacientes y sus familias. Un simple cambio en la dosificación o una mejora en el mecanismo de administración puede tener un impacto profundo en sus vidas. Cada avance representa una esperanza renovada y un alivio tangible. Debemos entonces no perder de vista a los pacientes y enaltecer su fortaleza, reconocer su resiliencia y trabajar incansablemente para brindarles la atención y las terapias innovadoras que merecen. Este es un llamado a honrar la esencia misma de nuestra labor desde la industria farmacéutica, siendo ejes centrales para garantizar la salud de la población.
No podemos pasar por alto el impacto de la innovación en la vida de quienes se benefician de ella. Comprender la innovación y su impacto no puede ser simplemente un proceso de escritorio. Al entenderla, también debemos protegerla. La Propiedad Intelectual es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida. Al proteger las creaciones e innovaciones, aseguramos que la sociedad tenga acceso a productos y soluciones que promuevan su bienestar.
El reciente Día del Inventor, celebrado el 9 de noviembre a nivel mundial, nos brinda la oportunidad de reconocer y destacar la importancia del avance científico y el desarrollo de soluciones innovadoras en el campo de la salud. Este es un llamado a la acción, un recordatorio de que debemos seguir apoyando y promoviendo la innovación en salud para garantizar un futuro más brillante y saludable para todos.
Entender el alcance y cuidar la innovación implica apostar por un futuro más desarrollado y equitativo para todos en Colombia. Es hora de que las entidades reguladoras, los profesionales de la salud, los investigadores y la sociedad en su conjunto se unan para promover un ambiente propicio para la innovación en el campo de la salud, garantizando así un mejor porvenir para todos.