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El otro día noté algo en una columna de opinión de Slate in titulada “Why I Love Paul Ryan”, del comentarista William Saletan, que ilustra la sabiduría convencional que hasta el momento ha dejado crecer al esencialmente ridículo Paul Ryan. Ahora, permítanme molestar a William Galston - no es un nombre conocido, pero es un buen representante del Beltway que se echó a perder.
En una columna de opinión publicada en The New Republic, el Sr. Galston, un editor externo, urge a los demócratas a no ser “demagogos” con el Sr. Ryan, pero desespera: “En cambio, lo que creo que pasará es lo siguiente. La campaña de Obama no tomará el otro lado de un debate noble. Por el contrario, atacará implacablemente a Romney-Ryan por tramar para ‘acabar con el Medicare que conocemos’ y por dejar que los pobres pasen hambre sin vales alimenticios y que sufran, incluso mueran, sin seguro médico”.
¿Qué tiene de malo este lamento?
¿Qué me dicen del hecho de que el plan de Romney-Ryan de hecho es un plan para acabar con el Medicare que conocemos? (¿Y por qué las comillas? Eso es lo que es - reemplazar el sistema con vales de valor fijo). También es un plan para recortar drásticamente los vales alimenticios y el Medicaid, sin mencionar la cancelación de la expansión de la cobertura bajo de Ley de Servicio Médico Accesible, lo que significaría la pérdida de seguro médico para decenas de millones de estadounidenses - miles de los cuales que, de hecho, morirán como consecuencia.
No obstante, bajo la mirada de la Gente Muy Seria señalar estas verdades es “demagogia”.
¿Qué incluye el plan de Ryan?
Un número de lectores ha pedido un resumen de lo que realmente figura en el plan presupuestario de Ryan.
Lo primero que usted debe saber es que hay un par de versiones distintas del plan, con algunos cambios en los detalles pero no en la idea fundamental. El mejor análisis no partidista, a mi juicio, es el informe de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) sobre la primera versión (CBO.gov); tal como lo dije, los detalles cambian, pero la idea general sigue siendo la misma.
Entonces, ¿qué incluye el plan? Debe distinguir entre la primera década, antes del inicio de la eliminación gradual del Medicare que conocemos, y después.
La primera década
En la primera década, lo importante es (i) conversión del Medicaid en un programa de subvención en bloque (donde el gobierno federal hace pagos únicos a los estados), con mucho menos financiamiento que lo proyectado bajo la ley actual y (ii) drásticos recortes en la tasa de impuestos para los que más ganan y en los impuestos corporativos.
¿Es un programa que reduce el déficit? No: básicamente es un trueque entre reducir la ayuda a los pobres y reducir los impuestos de los ricos, y el efecto neto de las propuestas específicas será incrementar el déficit, no reducirlo. No obstante, el Sr. Ryan dice que habrá una importante reducción deficitaria, vía dos grandes asteriscos mágicos.
Primero, insiste en que los recortes fiscales no reducirán los ingresos porque se compensarán con un “ensanchamiento de la base” no especificado. A continuación la explicación del CBO: “La senda de los ingresos como porcentaje (del PBI) fue especificada por el personal del presidente Ryan”, según los autores del informe. “La senda se incrementa constantemente desde aproximadamente 15 por ciento del PIB en 2010 a 19 por ciento en 2028 y permanece en ese nivel posteriormente. No hubo especificaciones sobre suministros particulares de ingresos que fueran a generar esa senda”.
A principios de este año, Howard Gleckman, del Centro de Política Fiscal, dijo en el blog de la organización que esas fuentes no especificadas de ingresos eran “una carne misteriosa”, y sugiere fuertemente que nada como esto realmente se dará.
En segundo lugar, se asumen recortes importantes en el gasto discrecional con relación a la política actual. Otra vez, según el informe del CBO: “Se especificó que esa combinación de gasto obligatorio y discrecional caería de 12 por ciento del PIB en 2010 a aproximadamente 6 por ciento en 2021 y que después se movería en línea con el deflactor de precios del PIB a partir del 2022, lo que generaría más caída con relación al PIB. No se especificó ninguna propuesta que fuera a generar esa senda”.
Entonces, cada vez que escuche a la gente hablar de las reducciones deficitarias del Sr. Ryan, tenga en cuenta que durante la primera década toda la supuesta reducción deficitaria viene de cifras de ingresos y gasto simplemente impuestas, que no son resultado de ninguna política realmente descrita en el “plan”.
Después de la primera década
Después de las primera década, el Medicare se transforma gradualmente en un esquema de vales donde el valor de cada uno se queda muy por atrás de los costos proyectados de servicio médico. Aun así, empero, gran parte de la supuesta reducción deficitaria no viene del Medicare sino de más recortes en el gasto discrecional con relación al PIB, con la proporción eventualmente cayendo a 3.5 por ciento del PIB. Una vez más, no hay ninguna especificación sobre cómo se logrará esto.
¿Esto es un plan?
El Sr. Ryan básicamente propone tres cosas importantes: recortar el Medicaid, reducir el impuesto a las corporaciones y a la gente de alto ingreso y reemplazar el Medicaid con un sistema de vales drásticamente menos bien financiado. Estas propuestas concretas, en conjunto, de hecho elevan el déficit durante la primera década y más allá.
Por tanto, todas las aseveraciones de reducciones importantes en el déficit yacen en asteriscos mágicos.