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Si algún sector conoce la economía popular de Colombia es el de las microfinanzas. Es indudable el papel influenciador que ha tenido su principal producto, el microcrédito, como el mejor mecanismo para que las micros y pequeñas empresas accedan a capital de trabajo y, a la vez, a la generación de activos productivos y empleo.
Las entidades de microfinanzas han desarrollado una amplia cantidad de productos financieros derivados de la necesidad de acceso, por lo que también se destacan como motor de inclusión financiera al promover el progreso social y facilitar el ingreso a recursos económicos, a través del crédito formal, ágil y seguro.
Es así como el microcrédito se convierte en el camino para que millones de microempresarios como Didier Cano, campesino dedicado a la porcicultura, tenga la posibilidad real de crecer y generar ingresos que benefician a su familia y a su comunidad en Puerto Asís, Putumayo. Igual ocurre con la historia de Carmen Helena Galindo, que, desde una vereda en La Mesa, Cundinamarca, a sus 65 años logró su primer crédito para fortalecer su negocio de gallinas productoras de huevos. Las microfinanzas son impulso para el crecimiento económico de las regiones.
Entonces, detrás de las microfinanzas están los rostros y manos del progreso. Son la herramienta que le compite de lleno al crédito informal, el llamado ‘gota a gota’; con calidez, servicio relacional y una infraestructura sostenible que implica la financiación de negocios, mientras promueve la inclusión financiera, la educación financiera y el fortalecimiento empresarial de los clientes para potenciar su crecimiento y permanencia en el tiempo.
Las cifras más recientes de Asomicrofinanzas muestran que 2,9 millones de microempresarios han accedido a servicios financieros por esta modalidad, la mitad son mujeres. Se han cubierto 1.009 municipios del país, alcanzando una cartera bruta de $19,87 billones. Estos datos dan sentido a que entidades como Contactar potencien su trabajo en las zonas más apartadas de Colombia, llevando oportunidades financieras a la ruralidad dispersa con productos y servicios ajustados a sus realidades.
Con 31 años de historia, Contactar ha expandido su metodología relacional desde Pasto, Nariño, a 18 departamentos del país, con un ADN propio que llega a más de 700 municipios y una cartera que ya superó los $570.000 millones. Las microfinanzas han acompañado los sueños de cerca de 140.000 clientes en los que creemos y valoramos el trabajo que día tras día hacen por transformar sus vidas y al país.
Convencidos del beneficio del microcrédito, estamos dando el siguiente paso para ser el banco que conecte con el progreso, y seguir siendo parte del cambio que el país necesita. ¡En Contactar y con las microfinanzas, lo damos todo por Colombia!