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Analistas 18/07/2024

Más allá de los números de la pobreza monetaria

Piedad Urdinola
Directora del Dane

La publicación de las cifras de pobreza siempre llama la atención en Colombia. Es un tema sensible que nos invita a reflexionar sobre la realidad de millones de colombianos y la importancia de contar con información precisa para proyectar políticas públicas efectivas. Detrás de cada número hay personas con sus propias historias, sueños y dificultades. Entender su confección clave para lograr un desarrollo inclusivo.

Obtener estas cifras en un país tan diverso como Colombia no es fácil. Implica un esfuerzo arduo que incluye encuestas en todo el territorio, a través de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (Geih) y la Encuesta Nacional de Presupuesto de los Hogares (Enph), así como un análisis detallado de registros provenientes de otras entidades como el Departamento de Prosperidad Social y varias alcaldías.

El Dane aprovecha cada vez más los registros administrativos en su labor estadística. Este cambio, en línea con las tendencias mundiales, requiere alianzas sólidas con otras entidades estatales para asegurar un flujo constante de información y garantizar la puntualidad de las publicaciones.

En esta labor, un equipo de economistas, estadísticos, sociólogos, ingenieros y otros profesionales trabaja con ahínco en el análisis y verificación de la información recopilada. Usan herramientas como el Deflactor Espacial de Precios para identificar cómo cambia el costo de vida en diferentes partes del país.

En los últimos años, el Dane ha implementado innovaciones sustanciales. Usamos la más reciente Encuesta Nacional de Presupuesto de los Hogares para saber cómo gastan su dinero los colombianos. También creamos líneas de pobreza para 25 zonas diferentes del país y adoptamos a nuestra realidad el Coeficiente de Orshansky, que compara cuánto destinan las personas a la alimentación en relación con el total de sus gastos totales.

No hacemos este trabajo solos. Un comité de expertos en temas de pobreza, que es completamente independiente y compuesto por académicos y profesionales de diversas disciplinas, supervisa y valida el proceso, y nos sugiere cómo mejorar. Además, al tiempo que hacemos rigurosas pruebas estadísticas para garantizar la solidez de los resultados, nos acompañan organismos internacionales como el Banco Mundial y la Cepal. Esta colaboración permite incorporar prácticas de vanguardia y captar con mayor precisión las diversas realidades socioeconómicas del país.

En la actualidad, enfrentamos el reto de unificar dos series de datos sobre pobreza surgidas después del censo de 2018. Los cambios en las tendencias de población y los tamaños de los hogares son importantes en el cálculo de la pobreza, por ello es necesario combinarlas en una sola narración coherente. Junto con expertos nacionales e internacionales, el Dane adelanta esta iniciativa para asegurar que puedan compararse las cifras a lo largo del tiempo. Esto permitirá entender mejor cómo ha evolucionado la situación en nuestro país.

Las cifras de pobreza monetaria, pobreza extrema y desigualdad (medida por el coeficiente de Gini) reflejan nuestros desafíos y avances como sociedad. Son fundamentales para plantear políticas públicas que mejoren la calidad de vida, evaluar programas sociales y comprender la realidad socioeconómica del país. Disponer de información fidedigna es el primer paso para dimensionar la magnitud del fenómeno y trabajar por un futuro más equitativo. El Dane seguirá comprometido con la innovación y la adaptación para ofrecer datos de calidad que contribuyan al desarrollo integral de todos los colombianos.

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