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Tomando un café con un grupo de emprendedores se mencionó varias veces el concepto de marca personal. Quise indagar entonces sobre dicho concepto y su utilidad en el mercado actual. Según sus creadores Tom Peters y Dan Schawbel, la marca personal es un concepto de desarrollo personal que intenta equiparar a las personas al igual que las marcas comerciales.
Esto, con la finalidad de conseguir un mayor éxito en sus relaciones sociales y búsqueda de trabajo. Este concepto ha tomado relevancia en la actualidad al convertirse las relaciones interpersonales en distantes y complejas, por lo que surge la necesidad de llamar la atención sobre el ser, esas cualidades, percepciones y características que lo hacen único y diferente frente a los demás.
Adicionalmente, debido a la evolución de la tecnología, la marca personal ha pasado a una versión 2.0, como lo llamarían algunos, lo que denota que el 87% de los “headhunters”, cazatalentos, reclutadores y área de recursos humanos, utilizan plataformas como Linkedin, Facebook y Twitter para conocer los perfiles (o la llamada de forma arcaica hoja de vida) de las personas que quieren ser contratadas para las vacantes existentes. Linkedin, por ejemplo, hoy acumula más de 380 millones de perfiles profesionales de personas alrededor del mundo.
El mercado laboral ha evolucionado en dos sentidos: el primero, las personas buscan en la actualidad un trabajo con un propósito o sentido. Las nuevas generaciones están buscando una oferta laboral diferente, que genere cambios o innovaciones y en la cual puedan aprender y tener experiencias de vida o retos nuevos, por esta razón sus perfiles tienen un gran contenido de propuesta de valor a nivel personal. Cada día son menos los graduados que buscan un trabajo para calentar el puesto o solo por la oferta monetaria. Segundo: existe una tendencia creciente de las empresas de buscar jóvenes o personas con habilidades y cualidades no solo sobresalientes, sino con una forma de pensar diferente.
Teniendo en cuenta la creciente tendencia y mercado en la materia, a continuación doy algunos consejos para quienes quieren crear su marca personal y para aquellas empresas que buscan perfiles de esta índole. Primero: al igual que cualquier marca, la marca personal debe definir su objetivo, expectativas, valores y propuesta de valor personal, es decir, qué quiere y qué es lo que lo hace diferente a los demás de acuerdo con ese objetivo personal. De cierta forma es definir su misión y visión personal, lo cual denota un enfoque claro en cuanto a la experiencia, retos y aprendizaje que desea tener. Segundo: es necesario definir el nombre y apellido o cómo se desea que sea conocido. Las marcas deben contar con un elemento importante de recordación, razón por la cual el nombre debe ser y mantenerse de forma constante, al igual que las palabras claves con las que se quiere se relacione el nombre. Tercero: definir el mensaje que se quiere dar con esta marca personal, de manera que cada vez que alguien oiga dicho nombre tenga claro el mensaje que dicha persona envía. Cuarto: definir los valores que mueven el enfoque de la marca personal. En un mundo en el que los valores han tornado a un segundo plano, es vital rescatar y definir cuáles son los valores que mueven la iniciativa, esto apoyará la cualidad diferencial de la marca.
Tom Peters añadiría que es importante el valor que tiene el segmento de clientes a quien se quiere dirigir. En otras palabras y como dirían las mamás dime con quién andas y te diré quién eres. Él decía, “si dedicas tiempo y esfuerzo a la gente equivocada no solo vas a conseguir peores resultados sino que, además tu reputación se va a debilitar por tratar de generar un gran impacto en la gente inadecuada”.
Al final de cuentas cabe recordar que lo importante no es lo que haces con la gente o para la empresa en la que trabajas, sino lo que provocas en ellas, cómo inspiras y generas un cambio positivo en los demás y en la sociedad.