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Cuando la economía no va tan bien, para algunas empresas no es prioritario pensar en la felicidad de sus colaboradores. Quisiera en las próximas líneas llamar la atención del por qué es importante priorizar la felicidad en las empresas. De acuerdo a la profesora Gretchen Spreitzer de la Universidad de Michigan “los empleados con felicidad producen más que los infelices”.
El estudio realizado por esta universidad reveló que las personas felices van de forma habitual al trabajo, no piden tantas excusas por temas personales o enfermedad; no rotan tanto como los trabajadores infelices, ya sabemos que las altas cifras de rotación generan fuga de dinero y talento; y normalmente dan una extra milla, es decir, sus labores no se enmarcan solo en lo que dice el contrato, sino que van más allá. Estas personas también atraen a personas igualmente comprometidas con el lugar de trabajo, ya que se convierten en embajadores de marca.
La investigación también reveló un interesante concepto de felicidad asociada a la prosperidad sostenible en la empresa para el logro de rendimientos. Según ellos el concepto de prosperidad en el lugar de trabajo, se define por dos factores “vitalidad, en sentido de que estás energizado y animado; y el aprendizaje, la obtención de nuevos conocimientos y habilidades”.
Cuando se unen las ganas con el conocimiento, los colaboradores son productivos. No hay nada peor que aprender algo sin ganas o porque toca. Las personas con un alto nivel de energía y de aprendizaje son 21% más eficaces como líderes.
A continuación, comparto los cuatro mecanismos para hacer que los colaboradores prosperen en el lugar de trabajo y, por ende, sean más felices y productivos.
Primero, proporcionar capacidad de toma de decisión. No a todos los jefes les queda fácil soltar el control y permitirles a las personas tomar decisiones. Dejar que los colaboradores puedan tomar decisiones ayuda a fomentar la creatividad y la innovación en la empresa, también promueve la autoconfianza y autoestima lo que da la sensación de estar aportando, y a su vez genera felicidad.
Segundo, compartir información. En las encuestas de clima siempre hay una constante y es la sensación de que la información está fragmentada y no completa. Hay mucho miedo al momento de dar información, pero sin ella lo único que se generan son errores.
A nadie le gusta sentir que le están ocultando algo. Cuando la información es compartida el proceso de toma de decisión se hace más ágil y eficiente, se abre espacio a la comunicación efectiva y asertiva.
Tercero, minimizar actitudes arrogantes. Las actitudes arrogantes cuestan dinero a la empresa. El estudio realizado por Christine Pearson de la Universidad de Arizona lo demuestra. Las personas que alguna vez han sentido una actitud grosera reducen sus esfuerzos intencionalmente en un tercio.
El tema además es que esto se contagia, por ello, es importante tener en cuenta estas actitudes en las entrevistas de ingreso, para que no entren a la empresa personas con actitudes corrosivas para la misma.
Cuarto, dar retroalimentación o feedback sobre el rendimiento. Hacer una buena retroalimentación crea oportunidades de aprendizaje, da seguridad a las personas en el equipo el trabajo y genera mejores resultados.
La mayoría de las quejas que se hace a los jefes es que solicitan una tarea, pero no dan ningún lineamiento y después no realizan retroalimentación sino un regaño humillante delante de todos. Si se quiere que los colaboradores puedan lograr sus metas, ser productivos y eficientes, la retroalimentación es muy importante.
Las empresas que cuentan con una buena comunicación, retroalimentación y relaciones sanas son sostenibles, prósperas y felices.