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Tomar decisiones no es una tarea sencilla, sobre todo si estas decisiones impactan en cambios importantes para la vida. La toma de decisiones es una de las habilidades más apetecidas y valoradas en la vida profesional y personal. Desde pequeños desafíos cotidianos hasta dilemas complejos en el trabajo, enfrentamos problemas que requieren de nuestra atención y creatividad. Pero ¿qué es lo que realmente implica la solución de problemas y cómo podemos mejorar en esta área? Matthew Confer enseña tres cosas que se deben hacer antes de tomar una decisión para que el proceso sea mucho más efectivo y eficiente. Muchas decisiones cuando se toman sin tener en cuenta estas recomendaciones terminan en impactos no favorables para las partes.
Primero, entender cuáles son las restricciones existentes para tomar esta decisión. Por ejemplo, ¿se cuenta con las personas adecuadas; se cuenta con el presupuesto adecuado; se cuenta con la información necesaria? Confer señala que es importante tener claridad sobre estas restricciones para poder desafiarlas, es decir empezar a buscar alternativas. Si no se cuenta con las personas adecuadas, de qué forma puedo lograr contar con ellas, o si hace falta información, cómo puedo hacer para conseguirla.
Segundo, casi siempre cuando se han tomado decisiones en la vida que han tenido impactos negativos se hace un diagnóstico posterior, que Confer llama post mortem. Pero él dice que se debería hacer lo mismo desde antes, es decir, pensar en todas aquellas cosas que pueden salir mal. Así se pueden analizar los riesgos potenciales y poder tomar las cartas en el asunto previamente. Él da un ejemplo interesante en su charla TEDx, al que ha dado el nombre de “caso efecto cobra”. Dice que en un país hace años se dio una colonización. Las personas que llegaron al territorio se dieron cuenta que este era muy peligroso ya que había cobras venenosas en todos lados. Así que hablaron con los habitantes y les propusieron que por cada cobra que mataran les iban a dar dinero. Las personas claramente acudieron al llamado, pero cuando ya se estaban quedando sin cobras, se dedicaron a criar más para no perder el negocio, lo que llevó a que el problema de las cobras fuera mucho peor de cuando iniciaron. Si hubieran analizado la situación previamente, hubieran previsto lo que iba a acontecer. Es decir, qué efectos puede producir esta decisión que voy a tomar, ese es el diagnóstico pre-mortem.
Tercero, verificar los básicos. Muchas decisiones no llegan a buen término porque entre las partes no tenían claro los básicos, por ejemplo horario de reunión cuando están en zonas horarias diferentes. Que los dos estén entendiendo lo mismo en los términos del contrato o del acuerdo. Recuerdo mucho cuando vivía en España que la palabra “ahora” no tiene el mismo sentido para los colombianos, lo que puede llevar a alguna confusión. Que los pequeños detalles no sean lo que haga que se tomen malas decisiones.
Finalmente, tener en cuenta que, al comprender la naturaleza del problema, manejar el estrés, generar soluciones creativas, evaluar opciones, implementar eficazmente y reflexionar sobre el proceso, podemos enfrentar los desafíos de manera más efectiva y con mayor confianza. Al final del día, la capacidad para resolver problemas no solo mejora nuestra vida personal y profesional, sino que también nos ayuda a crecer como individuos resilientes y adaptables.