Bájense de esa nube

Los buenos liderazgos y las mentes brillantes siguen moviendo al mundo, mejorando la calidad de vida de la humanidad a través de un auténtico interés, la investigación y el estudio, que se traducen en nuevos descubrimientos, soluciones a problemas y un mayor bienestar para la humanidad y sus ecosistemas.

Estas personas sabias e instituciones lograron, en 2022, patentar 82.000 inventos en Europa (EPO), 327.000 patentes en Estados Unidos (USPTO) y 180.000 patentes en Japón (JPO) en un solo año. En Latinoamérica, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) es mucho menor, reflejándose en un número significativamente reducido de patentes registradas: Brasil con 6.500, México con 1.500 y Colombia con aproximadamente 300 patentes respectivamente.

Evidentemente, América Latina presenta un número de patentes significativamente inferior en comparación con los países desarrollados. Colombia, a pesar de la propaganda relacionada con la inteligencia artificial IA y la innovación, la tendencia sigue rezagada en comparación con otros países.

De acuerdo con el Barómetro de Confianza 2024 de Edelman, Colombia debe mejorar la confianza en la innovación, cuyo primer requisito es la transparencia en la gestión de la ciencia y la tecnología.

Algunas de las percepciones recogidas en el estudio son:

1. Desconfianza en la Gestión de la Innovación: Casi dos tercios de los encuestados en Colombia creen que la innovación está siendo mal gestionada.

2. Impacto de la Política en la Innovación: Los colombianos expresan preocupación por la politización de la ciencia, lo que afecta la confianza en los avances tecnológicos.

3. Aceptación de Nuevas Tecnologías: Aunque existe conciencia sobre la importancia de la innovación, especialmente en áreas como la tecnología digital y la sostenibilidad, la falta de confianza en las instituciones encargadas de su implementación impide el desarrollo de estas tecnologías.

En Colombia, el liderazgo en la innovación ha sido asumido por las instituciones educativas, mayormente privadas, que han venido desarrollando capacidades organizacionales, mejorando las competencias de los docentes, adaptando la infraestructura y evolucionando los modelos educativos.

Este esfuerzo es crucial para garantizar que la aceptación de la innovación se convierta en el vector que genere una fuerza laboral capacitada, confiable y capaz de impulsar la economía.

Los desafíos del sector de educación para poder impactar la innovación son:

• Asegurar los procesos de calidad y pertinencia de la Educación: El 45% de los encuestados manifiesta preocupación por la calidad de la educación pública, señalando que no cumple con los estándares necesarios para garantizar el éxito en un entorno laboral competitivo y tecnológico.

• Promover la igualdad de oportunidades en el Acceso a la Educación: El 40% de los encuestados por Edelman siente que el acceso a una educación de calidad es desigual en las comunidades rurales y vulnerables.

• Evidenciar las capacidades del Sistema Educativo: El 38% de los encuestados en Colombia duda de la capacidad del sistema educativo para implementar de manera efectiva las innovaciones tecnológicas, percibiendo que los docentes no están suficientemente preparados y que la infraestructura educativa es inadecuada.

Lo último pero quizás lo más importante es que la totalidad de las instituciones públicas y privadas deben focalizar sus estrategias en aumentar la confianza pública a través de acciones concretas relacionadas con la transparencia, la ética, y en responder eficazmente a las necesidades y preocupaciones de la sociedad que pareciera estar en las nubes.