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Los compradores tenemos, además de la capacidad de elegir, la obligación ética de marginar a las empresas que no tienen la mínima decencia y consideración con la dignidad humana. Sabemos de marcas de café buenas en sabor y suavidad, pero no podemos dar nuestro dinero por un producto donde los recolectores son niños como es el caso de Vietnam, ni ropa de marca europea que viene de Bangladesh, donde murieron cientos de personas que trabajaban en forma inhumana en un sótano, ni usar zapatos tenis que vienen de países donde hay esclavitud laboral, ni entregar nuestros ahorros a las entidades financieras para que presten nuestro dinero a empresas, que dentro de sus criterios, no hacen la debida diligencia de los accionistas, del servicio ni tienen compromiso social, ambiental, ni con la transparencia en sus operaciones.
No puede ser una excusa para no cambiar las leyes del mercado, oferta-demanda, ni mucho menos los precios bajos; por esas decisiones baratas, estamos sufriendo de desempleo, contaminación, corrupción, premiando y admirando a quienes más han depredado a las personas, a la sociedad y al ambiente. Aunque ya sabemos que por estrategia de marketing hay empresas e instituciones expertas en discursos ambientales, sociales y éticos sin contenido, como político disfrazado de ambientalista.
Desde hace años han venido trabajando filósofos, economistas, empresarios y Estados en nuevas aproximaciones a un sistema más humano, incluyente y equitativo, y es así como han surgido iniciativas importantes que han derivado en los Objetivos para Desarrollo Sostenible ODS, o la corriente de Capitalismo Moral* con los principios de Caux Round Table, entre otras iniciativas globales que buscan construir y asegurar la probidad, la transparencia y la dignidad.
Una de las grandes iniciativas prácticas nace en 1971, es el Banco Ético** donde se invita a los clientes a poner su dinero al servicio de empresas cuyo fin superior es transformar el mundo con iniciativas de negocio transparentes, respetuosas social y ambientalmente, con foco en la dignidad de las personas y la sociedad. Es todo un fenómeno pues ha tenido más inversionistas que capacidad para poner los recursos en el mercado. Los inversionistas prefieren menos utilidades económicas pero más impacto en la capacidad de hacer el bien y generar una nueva economía sin externalidades negativas.
Este Banco Ético no es una línea de los bancos tradicionales, es una nueva aproximación al mercado de ahorradores, servicios y préstamos que está ganando terreno en Holanda, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Alemania, España y que está llegando para crear un banco latinoamericano inspirado en el Triodos Bank, situando la dignidad humana en el centro del negocio.
América Latina es un mercado de 650 millones de personas donde ya inició operaciones en Brasil y Chile, pero ya en Colombia, Uruguay y Argentina hay equipos trabajando en la creación del banco para posteriormente identificar proyectos de Transformación de la Ciudades, Turismo Sostenible, Industria Creativa, Educación de Calidad, Salud y Calidad de Vida, Tecnología Ambiental, Industria Agroalimentaria y Energía Renovable.
Para el que no crea que es necesario un cambio, solo tiene que pensar que no es posible ni tolerable que 1% de la población acumula más que el 99% restante según el Foro Económico Mundial de Davos.
*Stephen Young Caux Round Table for Moral Capitalism
**Joan Melé Banco Etico