Cambio de juego y cambio de jugadores

El fallo PPII coincide con la postura de Acipet. Se defendió la competencia plena del Mininterior para decidir si una determinada comunidad accede o no al derecho a la consulta previa.

Por fin llegó una propuesta con unas nuevas reglas de juego para gobernar Colombia las cuales pueden ser avaladas en las próximas elecciones de balotaje y que pueden funcionar con toda la legitimidad de un pueblo que vota por un cambio real, pues ese pueblo está cansado de los mismos nombres y las mismas familias que en el gobierno o en la oposición o en la insurgencia se han atornillado varias décadas.

No se puede negar que son muchos los funcionarios públicos que trabajan duro con espíritu de servicio y amor al país y quienes ciertamente han aportado al buen desarrollo y desempeño del Estado, como lo demuestran los indicadores. Pero lo que no se puede negar es que la forma habitual de hacer política es a través de la repartija de puestos y presupuestos que se convierten en contratos costosos y deficientes; en la otra esquina están los mismos grupos con sus reconocidos jefes que también están desde hace décadas con el poder de las armas e intimidación en los territorios haciendo negocios ilícitos; y tanto los unos como los otros desde sus propias orillas tratando de tener cada vez más poder y riqueza abusando de los más necesitados, dejando más pobreza y desesperanza.

En estas elecciones aparece un indignado desconocido que se convierte en una esperanza por su franqueza, coraje e independencia pese a ser dolorosa víctima de delitos de lesa humanidad como son el secuestro de su padre y el asesinato de su hija. Este nuevo jugador propone a la sociedad colombiana un nuevo juego, que es el de la igualdad en las oportunidades, -no en dadivas y limosnas que solo ayudan a revictimizar y que no son sostenibles-, pero a cambio si quieren jugar como estudiantes de un sistema de educación con buenos profesores, con buenas universidades con programas pertinentes que ayuden a su realización personal y profesional, con oportunidades de empleo o emprendimiento bien remunerado para poder ser libres y elegir donde vivir, donde estudiar, que salud y que médicos, tal como lo plantea Francis Fukuyama en su libro desarrollo como libertad.

Si la voluntad de los votantes fuera este cambio de juego donde los verdaderos protagonistas son las regiones, los sectores económicos y la academia y el juego fuese el de ofrecer todas las oportunidades a los millones de personas que están en la pobreza económica y de abandono, nivelando por arriba y generando riqueza económica, social, espiritual y ambiental se daría el cambio pues tendría la fuerza de un pueblo que soberanamente eligió.

Todo cambio trae resistencias y se puede suponer que los acostumbrados a tomarse la vocería de las regiones desde su politiquería, a suplantar a los verdaderos líderes de las regiones con sus organizaciones desde la capital, drenar los recursos de todos los colombianos con la burocracia y lujoso estilo de vida, campear en los territorios con economías ilícitas con sus armas, cooptar la justicia e imperio de la ley con sus bolsas llenas de dinero mal habido no se harán esperar con la calumnia, el envilecimiento de la política enviando jóvenes a las calles, las demandas para entorpecer y hasta con delitos que ojala no sucedan y generen al país más indignación como los de Uribe Uribe, Gaitán, Lara, Galán, Álvaro Gómez, ministros, magistrados, líderes y funcionarios honestos pues esa es la forma de actuar de quienes se quieren seguir perpetuando por otras generaciones.