El día que el mundo paró

Érase un marzo donde todos tenían planes, compromisos y preocupaciones en el marco de rutinas y una certidumbres, pero de forma repentina el mundo prendió las alarmas de la muerte por la sombra de la amenaza de la desaparición de la especie humana. El pánico se tomó las calles, las poblaciones y todos los países y ante ese enemigo desconocido e invisible con pavor nos resguardamos y nos escondimos.

Los héroes del cuerpo médico y hospitales, el coraje de los empresarios innovando, dando soluciones a las necesidades y asistencia social de la mano de los campesinos - empresarios del campo, la persistencia de las instituciones de paz educación y muchos de los educadores y los abnegados funcionarios públicos, fuerzas militares y policía, todos coordinados, tomando decisiones para ayudar y facilitar los servicios públicos, de salud, la educación y la productividad; ellos eran nuestros faros.

Los fallecidos y enfermos eran cada vez más cercanos y las noticias golpeaban la esperanza mientras los científicos del mundo trataban de descifrar el virus chino y la humanidad se refugiaba en la Fe, imploraba por la misericordia de su Dios, hacía examen de conciencia y replanteaba o descubría cuál era el real propósito de la vida con humildad y amor auténtico por el prójimo.

“…Cuando yo te vuelva a ver
ya habremos superado
ya aprendimos del pasado
consciente que hemos errado
y que ya hay que recomponer…

Y cuando yo te vuelva a ver
mírame bien a los ojos
p’a ver si Dios en su enojo
nos quitó aquella soberbia
de creernos más que Él.

…Cuando yo te vuelva a ver
hablaremos en silencio
volveremos al respeto
por todos los elementos
que abusamos una vez…”

Este mensaje del colombiano Farud y Piero en la pandemia, o el de John Lennon en los 70 con Imagine ante el drama de la guerra de Vietnam o el de Louis Amstrong de los 60 con What a wonderfull world frente a una potencial guerra civil racial, pero hoy son reflexiones arrasadas por la ambición de poder, territorio y riqueza.

En el mundo Rusia, China, Irak, Europa y Estados Unidos al borde de una guerra mundial y en estas latitudes Colombia sufre y se sigue sufriendo por la violencia y la inseguridad y que ha caído y sigue cayendo en la corrupción. La pregunta es si será la rabia que no deja ver cual es la verdadera razón.

¿Será que para las próximas elecciones tendremos nuevos líderes que logren unidad política alrededor de un propósito superior que congregue a los empresarios que son la fuerza del progreso, la academia fuente de sabiduría y a las Iglesias que son el motor de la esperanza?

Tarea: a ejercer el derecho y a cumplir el deber hacer política honrada, incluyente y convergente para liderar los territorios y proteger la democracia y las instituciones.