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En ese ajedrez de estrategias y toma de decisiones políticas donde no hay lealtades, pero sí intereses, donde las cosas no son bola a bola sino a tres bandas, donde el largo plazo son cuatro años y donde se contradice el sentido común, traigo a colación un caso que nos deja gringos.
Los Republicanos eligieron al senador de Ohio, J. D. Vance, como candidato a la Vicepresidencia en la fórmula de su Partido para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. El pasado lunes señor Trump afirmó que después largas deliberaciones la persona más adecuada para asumir el cargo de vicepresidente de Estados Unidos era el senador J.D. Vance.
De 39 años, Vance pertenece al ala trumpista en la Cámara alta, donde ganó mucha popularidad debido a la publicación de su libro Hillbilly Elegy, un bestseller que combina su historia personal con sus hipótesis sobre la pobreza en la sociedad blanca de los Estados Unidos.
JD Vance nació en Middletown, Ohio, en 1984, con el nombre de James David Bowman. Fue criado por sus abuelos maternos en el hogar de una familia blanca de clase trabajadora de las zonas industriales de los Estados Unidos, hijo de un padre ausente y una madre con problemas de adicción.
Fue infante de la Marina y sirvió en Irak. Luego estudió Ciencias Políticas y Filosofía en la Universidad Estatal de Ohio y Derecho en la Universidad de Yale. En su vida profesional se le reconoce por ser inversionista en bolsa en capital de riesgo.
En su libro Hillbilly Elegy, publicado en 2016, el autor narra su propia vida y lo que fue su crianza en una familia católica de clase trabajadora y de visión conservadora. En su libro describió a sus amigos y familiares como empleados eternos, compradores compulsivos e incapaces de crear empresas. El éxito de la publicación llevó a que Netflix hiciera una película con el mismo nombre.
Es importante mencionar que el hoy llamado a ser el Vicepresidente de los Estados Unidos, James David Vance, en 2016 integró el movimiento “Nunca Trump”, pero cambió de posición en 2022. En ese entonces escribió por Facebook a un amigo: "Voy y vengo entre pensar que Trump es un estúpido ... o es el Hitler de Estados Unidos".
Una vez que Vance se unió a la carrera por conseguir un escaño en el Senado en 2022, se disculpó con Trump, logrando el respaldo del expresidente para el Congreso.
En el Senado ha sido un voto conservador, lo que lo hace confiable para el actual candidato Trump. Respaldó políticas económicas que beneficiaban a los ciudadanos más necesitados y ganó peso en el Congreso con la posición de ayuda a Ucrania.
James David Vance se ha convertido en una ficha cada vez más importante en el mundo de la política del "Make America Great Again" de Donald Trump y con la aceptación del segundo cargo más importante d los Estados Unidos será el escudero de la nueva agenda.
También es pertinente anotar que, por su corta experiencia en la cámara, los proyectos de ley que promovió iniciativas sin éxito. Vance presentó proyectos de ley para congelar los fondos para las universidades donde hay protestas contra la guerra en Gaza contra el grupo terrorista Hamas y también contra las universidades que emplean a inmigrantes indocumentados.
En marzo, el congresista Vance presentó un proyecto de ley que impediría el acceso del gobierno chino a los mercados de capitales estadounidenses si no hay garantías de respeto a la legislación comercial internacional. Lo anteriormente mencionado ha posicionado a Vance como el vocero más importante e influyente entre los republicanos y trumpistas.
JD Vance está casado con Usha Vance de 38 años, hija de inmigrantes indios. Usha fue compañera de estudios con JD en la facultad de derecho en la Universidad de Yale. En 2014 contrajeron nupcias y al día de hoy tienen dos hijos varones y una niña.
Los analistas resaltan el fenómeno Vance, pues representa una renovación asociada a su juventud, el relevo a una nueva generación de republicanos que seguramente llevará a JD Vance a la presidencia en 2028.
Los partidos en los Estados Unidos son solo dos con orientaciones políticas definida que distan mucho de la proliferación partidos en Colombia y otros países que a cambio de tener posiciones políticas claras tienen votos para hacer transacciones. Así mismo el sistema de las elecciones dista mucho al de los países democráticos de Latinoamérica, pero el factor común para todos es la ausencia de lideres éticos y coherentes con sus partidos y esa situación exige un relevo importante de los políticos desgastados y no creíbles.