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El acceso a la educación superior de calidad y, en consecuencia, a la investigación, a la tecnología, a la cooperación internacional, a la conectividad, a la libre competencia, al interés de la empresa privada en el desarrollo de iniciativas de salud, a la exigencia de estándares internacionales y a la importancia que se le ha dado a los sistemas de salud se refleja en la mejora en calidad y costos de los servicios de predicción, prevención y curación de enfermedades. En caso de dudas, están los datos, las evidencias y, no menos importante, las historias de padres y abuelos.
No obstante, de un tiempo para acá los precios de algunos procedimientos y particularmente de medicamentos tienen precios exorbitantes, además de la creciente escasez de muchas medicinas e insumos médicos, debido a las nuevas patologías y agravada por las nuevas legislaciones que incentivan también a las prácticas médicas subestándar, medicamentos adulterados y ofertas a través de páginas web no autorizadas y farmacias que comercializan insumos no autorizados o sin requisitos.
En el mundo, el tráfico de medicamentos falsos y adulterados es la actividad delictiva de más rápido crecimiento. Los analistas estiman que el mercado mundial mueve anualmente entre 200.000 millones de dólares y 432.000 millones de dólares. Eso quiere decir que los productos farmacéuticos falsificados están por encima de otras actividades como la prostitución, la trata de personas, la minería hampona y la venta ilegal de armas.
Los componentes de las medicinas adulteradas están asesinando a más de 500.000 personas al año, según las Naciones Unidas y la Oficina de Periodismo de Investigación, que descubrió que versiones falsificadas de un medicamento contra el cáncer infantil se habían extendido a más de 90 países, poniendo en peligro a unos 70.000 niños debido a la ineficacia del tratamiento.
Las empresas, en alianza con las autoridades, están detectando cada vez más antibióticos y analgésicos falsificados, como el fentanilo, medicinas contra el cáncer como el Avastin y medicamentos para adelgazar como el Ozempic, e incluso el Viagra para la disfunción eréctil. Algunos de estos medicamentos contienen elementos inocuos, pero otros contienen sustancias químicas nocivas, y algunos carecen de principio activo o tienen la dosis incorrecta, lo que puede tener efectos peligrosos e incluso mortales en los pacientes.
Responsablemente, 40 empresas farmacéuticas del mundo crearon el Instituto de Seguridad Farmacéutica con el fin de garantizar la trazabilidad e investigar actos delictivos. Recientemente, reportaron un aumento del 38% en el tráfico de medicamentos falsificados en 137 países entre 2016 y 2020.
Los 46 miembros del Consejo de Europa adoptaron en 2010 el Convenio sobre Medicamentos Falsificados, que tipificaba como delito grave la falsificación de medicamentos y condujo a la creación de la Directiva sobre Medicamentos Falsificados de la Unión Europea (UE) en 2011. En 2019, la UE implementó un sistema de verificación que exige a los fabricantes de medicamentos añadir una matriz de datos, un código de producto, un número de serie individual, una designación de lote y una fecha de caducidad a cada paquete vendido en Europa.
Cada semana se realizan entre 200 y 300 millones de escaneos en toda Europa. La Interpol, en equipo con organismos reguladores de los medicamentos y organismos judiciales y policiales, investiga y procede con toda la fuerza contra falsificadores y comercializadores, incluidos los que venden por Internet. Recientemente, en Europa, en una semana, se cerraron 1.300 sitios web.
Se tienen indicios de que la mitad de los medicamentos comprados en sitios web que ocultan sus direcciones físicas son falsos, según la OMS. Algunos trabajos publicados en National Library of Medicine - PubMed Center indican que el porcentaje puede ser mayor.
Hoy los pacientes en los países con estándares y controles están ahora mejor debido a la adecuada disponibilidad, accesibilidad, castigo por distribución y falsificación de medicamentos. Lamentablemente, no es así en la mayoría de países en desarrollo, que carecen de conocimiento científico en cargos de decisión, incapacidad para hacer alianzas, burocracia y probidad en algunos funcionarios, voluntad política y control de las cadenas de custodia necesarias para llevar a cabo acciones contundentes.
Es claro que las empresas, los organismos multilaterales, los gobiernos anfitriones de grandes laboratorios y centros de investigación hacen inconmensurables esfuerzos para identificar los actos ilegales y fraudulentos, pero no tienen autoridad para acciones contundentes como confiscar los medicamentos falsificados, cerrar páginas web y exigir responsabilidades a los falsificadores y cadenas de suministro