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Analistas 27/03/2022

Ser o estar tibio

Ramiro Santa
Presidente Sklc Group

Como con toda agresión personal, la invasión rusa a Ucrania está llena de justificaciones y medias verdades y cada vez mas enervada con la letra de quienes hablan en las Naciones Unidas y la música de las redes sociales que evidencian la destrucción. La pregunta es, ¿ante este drama se puede ser neutral?

Suiza es el país ejemplo por excelencia de la buena política internacional, un modelo a seguir como garante de los derechos humanos y la neutralidad, pero hoy no se escapa del debate interno sobre la neutralidad, entendida como principio inamovible como país y sociedad. Todos sus ciudadanos ven, entienden, sufren y hacen acciones concretas para acoger y ayudar a las familias que lo han perdido todo en una guerra injustificada, ¡como todas!, y en este caso a un país no agresivo como Ucrania que sufrió los pavores de la segunda guerra y luego fue botín de guerra de los rusos y su modelo fracasado.

Decir en estos días que se es neutral ante atentados contra la vida, violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario es, por decir lo menos, una postura cómoda y solapada con efecto “boomerang”. Si usted es la persona o país que es violentado vería con desesperación las posturas tibias mientras el matón golpea, mata, destruye y viola. Al respecto Martin Luther King bien manifestó que lo que más le espantaba no era que existieran actos malvados, sino la indiferencia y silencio de la gente buena ante ellos. Por supuesto, no son justa ni coherentes las posturas de quienes se llenan de razones para justificar una guerra, invasión, revolución o cualquier acto de barbarie.

Extrapolando esta situación al contexto colombiano, en esta coyuntura de elecciones presidenciales también podemos hacer la misma reflexión. Fijémonos en el modelo que plantean los que postulan el mal llamado socialismo del siglo XXI. Pensemos en el escenario que será la diáspora colombiana cargando, además de su dolor, a sus familias a otros destinos inciertos: serán las niñas colombianas las que estarán en las calles ofreciéndose; habrá mas jóvenes mutilados y asesinados por los carteles de la droga en su guerra del control de los territorios; periodistas y pensamientos divergentes en la cárcel torturados; y por qué descartar una agresión o invasión del vecino patrocinada por su potencia amiga y con el mismo riesgo de que los otros países digan también que no se puede hacer nada por que son neutrales.

En estos días esperemos que se reconozca el riesgo en el que se encuentra la especie humana y se le dé la más alta prioridad a las soluciones de fondo y con todo el rigor del sistema. Después de la pandemia se sabe qué tan frágil somos, después de la plaga de la droga y los capos qué tan vulnerables estamos, con el cáncer de la corrupción qué tan abandonados estamos y con los modelos políticos totalitaristas y disfrazados de igualdad qué tan amenazados estamos.

Es hora de hacerse responsable por el presente y el futuro propio y del país tomando decisiones y haciendo acciones concretas para no permitir que quienes están engañando con promesas inviables e incendiando el país con odio y con violencia lleguen al poder. “Nuestras vidas comienzan a terminar el día que nos volvemos silenciosos sobre las cosas que importan” Martin Luther King.

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