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Hace unos días varias personas ven a un señor haciendo algo indebido en un parque. Alguien sube a las redes una foto discreta de la escena. Se producen comentarios de indignación y se pide castigar al culpable.
La policía está cerca, actúa de inmediato y es apresado el infractor. Ahora los comentarios son de satisfacción por haber solucionado el problema con rapidez. Es muy nuestro castigar a quien hace algo indebido, y al hacerlo así pensamos que hemos solucionado el problema. Por supuesto el control y la sanción son totalmente necesarios, pero conviene ir más allá, llegar al fondo de los asuntos.
Escojamos esta anécdota para analizar el tema que nos ocupa. Si se quiere llegar al fondo de la cuestión, tendremos que preguntarnos si ese hecho es recurrente en ese lugar, pues de ser así el hecho requiere más soluciones. Efectivamente parece que el hecho sucede con relativa frecuencia.
La siguiente pregunta sería: ¿existe alguna circunstancia estructural que influya en el problema? La respuesta también es clara, pues no existen baños públicos en los parques de la ciudad, ni en otros muchos lugares concurridos. Además de sancionar a quien no cumple esta ordenanza, habrá que buscar un sistema que facilite a los ciudadanos que puedan satisfacer este tipo de necesidades. Mientras tanto, seguirá ocurriendo.
Apliquemos, a título también de ejemplo, el esquema anterior a otros temas de ciudad, los taxis, las motos y la movilidad ciudadana. No me atrevo a decir que ellos son buena parte del problema, pero sí se podría afirmar que en ellos radica buena parte de la solución. A sabiendas de que existen buenos taxistas y conductores de motos, parecería que constituyen una cierta dificultad.
Sugiero aplicar el esquema arriba mencionado al comportamiento de taxis y de motos, pues es un hecho generalizado que podrían colaborar mejor con las soluciones viales.
Si un buen porcentaje de taxistas y conductores de motos cumplieran las normas de tránsito que se refiere a ellos, la calidad de vida de la ciudad cambiaría radicalmente, además claro está de mejorar la movilidad. No soy experto en el tema, sólo quiero mencionar que la solución de fondo debe tener varios niveles. Primero debe existir un control efectivo, con sus sanciones correspondientes.
Después la ciudad debe implementar soluciones estructurales para que los taxis y motos puedan circular normalmente: eliminar vehículos antiguos, establecer bahías de acopio, carriles especiales para motos, involucrar a los dueños de taxis y motos, etc.
Pero si queremos encontrar una solución de fondo para estos dos y cualquier otro problema debemos abordar, como solución de fondo, la mentalidad de la gente, la forma de pensar. Y aquí nos encontramos con el reto grande de la educación cultural. Esta es una solución, urgente, importante y de largo alcance.
Es urgente y por eso hay que seguir insistiendo de un modo más contundente; es importante y por eso hay que dedicar muchos más recursos; es de largo alcance y por eso debe estar por encima de los planes políticos de turno. Es un proyecto ciudad, sin término final.
Debe abarcar la educación en el hogar, una formación rigurosa en las escuelas, colegios y universidades; también campañas cívicas bien pensadas y extendidas en el tiempo. Ninguna de estas soluciones puede faltar para lograr un objetivo: control, respuestas estructurales y educación cultural.