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El exceso de poder de Xi Jinping es un peligro para la estabilidad mundial. Cambió las normas electorales dejadas por Deng Xioping, que buscaban una apertura de la China a un sistema democrático. Xi se ha convertido en un líder autoritario y además, quiere limitar el crecimiento del sector privado, olvidando sus los logros en los últimos 30 años.
Según McKinsey, el empleo urbano en China en empresas privadas vs. las empresas estatales en 1995 era sólo de 18%, en 2018 esta cifra era de 87%. Las exportaciones del sector privado vs. las empresas estatales en 1995 eran de 34%, en 2018 alcanzaron 88%.
¿Borrará Xi Jinping la positiva herencia de Deng Xioping?
Deng heredó de Mao un país en completo aislamiento, muerto de hambre y lo convirtió en una potencia. Uno de los primeros pasos de Deng fue la “Política de Puertas Abiertas”: abrió la China al comercio, la inversión y la tecnología extranjeras, se integró a la economía global.
Deng estableció como un ensayo piloto las Zonas Económicas Especiales, primero en Shenzhen y luego en otras ciudades costeras. Estas zonas operaban bajo regulaciones económicas diferentes a las del resto del país, lo que permitía más libertad en las operaciones comerciales, atraía inversión extranjera y estimulaba el crecimiento económico. El éxito de las ZEE se convirtió en un modelo para toda la nación, demostrando los beneficios de las reformas económicas y la apertura.
Con el fin de mejorar la formación de la juventud, Deng modernizó la educación superior y fomentó los intercambios culturales. Esto incluyó enviar estudiantes y académicos al extranjero para traer conocimientos y nuevas competencias. Esta estrategia mejoró la calidad de los profesionales chinos y creo una cultura más abierta e innovadora.
Es famosa la anécdota en que Deng, reunido con el consejero Científico de Jimmy Carter, le pidió que lo comunicara con el presidente. El consejero le dijo que en ese momento eran las 3 de la mañana en Washington. Deng insistió y el consejero lo comunicó con su jefe. Deng le preguntó a Carter si podía enviar 10.000 estudiantes a EE.UU. en programas de estudio. Carter le respondió: “¿Y por qué no mandas 100.000?
Las políticas económicas de Deng estaban orientadas a crear un sistema económico más dinámico y flexible. Abogó por la descentralización de la gestión económica, lo que permitió a las provincias y a los gobiernos locales más autonomía para experimentar formas de estimular el crecimiento económico. Además, se realizaron importantes inversiones en infraestructura, mejorando el transporte y la producción de energía, que fueron fundamentales para el crecimiento industrial.
La desconfianza de los empresarios occidentales, especialmente de los norteamericanos, en las políticas de Xi Jinping, les está obligando a buscar proveedores en otros países y preferiblemente más cerca. Mientras México y algunos países de Centroamérica se están beneficiando de esa gran oportunidad, Colombia pasa desapercibida.
En Colombia tuvimos un Deng Xiaoping, se llama Álvaro Uribe Vélez: durante su mandato aplicó muchas políticas parecidas a las de Deng y todos los indicadores de Colombia mejoraron de manera sustancial. Desafortunadamente también tenemos un Xi Jinping, se llama Petro, quien igual que el primero, vía autoritarismo, mayor centralización y guerra contra la iniciativa privada está poniendo en riesgo el futuro del país.
Nota: Ante la ausencia del presidente Petro en el famoso cónclave en Boyacá, informan los medios que Laura Sarabia moderó las reuniones. Tenemos un gabinete de pusilánimes, ministros sin carácter, sin temple, sin orgullo, que sumisamente se dejan mandar por una jovencita, cuya principal experiencia es manejar dinero en bultos y maletas.
