¿Qué querrá Petro?

¿Que lo recuerden como Felipe González o como Chávez?

Transparencia Venezuela ha estado haciendo seguimiento a las grandes obras de infraestructura contratadas por los gobiernos de Chávez y Maduro. Da dolor ver la incapacidad administrativa de dichos gobiernos. En total son 246 mega obras inconclusas: US$316.000 millones tirados a la basura y sin ninguna posibilidad de recuperarlos. Sin embargo, cuando se acercaban unas elecciones, Chávez, igual que lo hace hoy Maduro, salía a prometer la terminación de alguna de estas obras.

En la página de Transparencia se puede ver una relación completa de cada “Elefante Blanco” inconcluso, con reporte pormenorizado. Pero si usted viaja en carro por Venezuela, tendrá oportunidad de ver las columnas abandonadas de un tren elevado de alta velocidad que comunicaría a Valencia con Caracas, como también puentes y túneles abandonados por toda la geografía nacional.

Pero no solo se trata de obras faraónicas abandonadas: obras de infraestructura construidas en gobiernos anteriores no han recibido mantenimiento y el país se ve sometido permanentemente a racionamientos de energía y de agua. Una red de autopistas que era la envidia de todos los países latinoamericanos, hoy da pena por su deterioro.

La modernización que introdujo el gobierno socialista de Felipe González en España es reconocida internacionalmente: la red de autopistas, los trenes de alta velocidad, la modernización y construcción de nuevos aeropuertos, las mejoras en educación y justicia, etc. Tanto los españoles como la comunidad internacional reconocen el cambio positivo que tuvo el país con Felipe González.

Terminado el gobierno de González, España se convirtió en un destino turístico internacional. Con el gobierno de Chávez no sólo se acabó el turismo, sino que los venezolanos salieron en masa a buscar un futuro en el exterior.

Chávez y González se reunieron en 2005 a debatir sobre sus diferentes visiones del socialismo. Para el primero el estado debe controlar todas las actividades estratégicas (para Chávez todas lo eran). González por el contrario manifestó “no recuerdo ninguna nacionalización que haya servido para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, han servido solo para aumentar el poder del gobernante”. González terminó la reunión con este comentario: “Una norma que me ha sido de gran ayuda: cuando veo que meto la pata, la saco rápido”

Alí Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores de Chávez en esa época y testigo de la reunión, concluyó que González era una persona muy pragmática y no se enredaba con dogmatismos. Mientras González se rodeó de ministros con gran experiencia y pragmáticos, Chávez nombró dogmáticos y teóricos, sin ninguna experiencia ejecutiva. La capacidad de ejecutar una estrategia, tanto en el sector privado como en el público, depende en gran medida de las competencias del equipo: Su capacidad de entender el entorno, de motivar a los directivos, buscar soluciones a los problemas. El manejo de las basuras durante su alcaldía debería ser motivo de reflexión y aprendizaje para Petro: por seguir su dogma de que todo lo tiene que hacer el estado, sacrificando la competencia y las mejoras en productividad, diseñó una pésima estrategia. Y por nombrar gerentes sin capacidad administrativa en la Eaab y en Aguas de Bogotá se perdieron más de $ 75.000 millones.