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En las últimas dos décadas Colombia había mostrado un crecimiento sostenido en su economía, gracias a sectores como el petróleo, el comercio, la infraestructura y los servicios. Sin embargo, recientes cambios en la política económica del Gobierno han llevado a un declive en el crecimiento y a una crisis fiscal de grandes proporciones.
En 2022, Colombia fue uno de los países con mayor crecimiento en América Latina, alcanzando una expansión del PIB de 7,5%. Este crecimiento estuvo impulsado por los hidrocarburos, la inversión en infraestructura y una creciente demanda interna. No obstante, en solo dos años, el panorama cambió drásticamente. En 2024, el crecimiento económico de Colombia se redujo a 1,2%, una caída drástica que la dejó entre las economías de menor crecimiento en la región.
Las razones principales de este declive radican en decisiones de política económica que han generado incertidumbre para los inversionistas: la suspensión de la exploración y explotación de petróleo y gas, la paralización de grandes proyectos de infraestructura, una reforma tributaria que afectó gravemente al sector privado y la falta de incentivos a la inversión.
La decisión del Gobierno de suspender la exploración y explotación de nuevos yacimientos ha generado un impacto negativo en la balanza comercial del país. Ecopetrol reportó una disminución en sus ingresos debido a la reducción de su producción, lo que también afecta a sus proveedores.
Según la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, la inversión extranjera en el sector se redujo en un 50% entre 2022 y 2024, lo que limita la capacidad del país para garantizar su autosuficiencia energética y generar ingresos fiscales. La caída en la producción de hidrocarburos ha generado un déficit comercial que ha subido la tasa de cambio, encarecido las importaciones e impedido una mayor rebaja en la inflación.
La paralización de proyectos como las vías 4G y, en general, la falta de inversión en infraestructura, ha impactado la generación de empleo, aumentado los costos logísticos y de producción y afectado negativamente la competitividad del país. Contrario a lo que piensa este Gobierno, sus políticas han afectado gravemente a las clases populares. El gobierno de los pobres los abandonó.
Según la Superintendencia de Sociedades, el número de empresas que han solicitado acogerse a la ley de reestructuración económica en 2024 ha superado las cifras registradas durante la pandemia. El incremento en costos laborales y tributarios ha llevado a muchas compañías a reducir personal o cerrar operaciones. Es el resultado de las recientes reformas económicas.
La reforma a la salud promovida por el Gobierno ha significado una disminución en la calidad de los servicios y mayor burocratización, generando gran desconcierto en toda la sociedad.
La incapacidad del Gobierno de enfrentar una reforma en la educación mantiene a Colombia rezagada en su nivel de competitividad. Según el informe Pisa 2023, el país se encuentra entre los de peor desempeño en América Latina, disminuyendo la capacidad de innovación y desarrollo tecnológico. 60% de los jóvenes terminan bachillerato con conocimientos mínimos o insuficientes en lectura, matemáticas y ciencias. El gobierno de los jóvenes los abandonó.
La inseguridad, la violencia y los desplazamientos masivos en las zonas rurales han afectado la producción agrícola, que solo gracias a los buenos precios internacionales del café, muestra indicadores positivos que camuflan la crisis que vive el campo. El gobierno de los campesinos los abandonó.
El gobierno del cambio y la transparencia se convirtió en el más politiquero y corrupto de la historia reciente de Colombia. A sus electores, que creyeron en sus promesas, los abandonó.
El declive económico de Colombia en los últimos dos años es consecuencia de decisiones políticas que han afectado a todos los sectores de la economía. Sin embargo, el país tiene la capacidad de recuperar su crecimiento si implementa estrategias que fomenten la inversión, fortalezcan su infraestructura y mejoren la calidad de su sistema educativo, de justicia y de salud. Solo así podrá garantizar un desarrollo equitativo y sostenible a largo plazo. Las fuerzas democráticas tienen la obligación de unirse para salvar al país.
¿Queda alguna duda de quién quebró a Colombia?