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Analistas 23/03/2021

Informalizar la formalidad para eliminar pobreza

Roberto Rave Ríos
Presidente ejecutivo Laick - Cofundador Libertank

El último informe de la Cepal estima que el total de personas pobres en Latinoamérica, ascendió a 209 millones a finales de 2020, 22 millones de personas más que el año anterior. Esto marca una crisis sin precedentes en las últimas décadas, que no encontrará solución sin un proceso claro de reactivación que necesariamente está atado a la vacunación por parte de los gobiernos de la región.

En Colombia, algunos investigadores de Fedesarrollo como Jairo Núñez afirman que la pobreza va a alcanzar un nivel de entre 47% y 49% por la pandemia del covid, un hecho que se ha venido traduciendo en un aumento de la crisis social y la inseguridad en las principales ciudades. El último estudio de la Cámara de Comercio de Bogotá afirma que la percepción de inseguridad pasó de 60% en 2019 a 76% en 2020.

Las discusiones son muchas al respecto de cómo combatir este atraso de casi 10 años en términos de eliminación de la pobreza que la pandemia ha traído. Al respecto algunas anotaciones importantes:

1.Promover el libre mercado: en el índice de libertad económica desarrollado por el Heritage Foundation, Colombia logró el puesto número 49 ubicándose en la mitad de la tabla con una disminución importante en la calificación de temas como el tamaño del Estado, el aumento del gasto público, los derechos de propiedad, la salud fiscal y la carga fiscal.

2.Incentivar la empresa privada: según el Doing Bussines, Colombia es el tercer país con más carga impositiva para las empresas. Esto, además de impedir la construcción de nuevas empresas, el progreso de las ya existentes y la generación de más empleo y bienestar, aleja la inversión extranjera en medio de una coyuntura en la que los flujos de capital directos provenientes de inversionistas de otros países disminuyeron 47% en Colombia.

3. Informalizar la formalidad: en Colombia, el porcentaje de informalidad roza 50% de la población que cuenta con un empleo, más de 6 millones personas. La economía del rebusque crece a pasos agigantados y el Estado pierde fuerza ante la imposibilidad de construir un sistema viable y atractivo. Los jóvenes se ven afectados y muchos pierden la esperanza de un empleo digno que traiga calidad de vida a sus familias. Optando así por la informalidad, siendo esta la mejor opción para tener lo mínimo.

La informalidad laboral ha sido una constante en los países de la región, en donde se han ido construyendo sistemas paralelos al formal, que facilitan a los ciudadanos la posibilidad de trabajar informalmente. Esto sin cumplir con las bienintencionadas, pero onerosas normas laborales para poder sobrevivir. Los avances efectivos en políticas públicas han sido lánguidos y lentos. Este fenómeno es producido por un sistema regulatorio complejo, sustentado en la coacción y no en el incentivo para entrar al sistema.

Ahora bien, otra causa de los altos índices de informalidad que padecemos en Colombia son los impuestos. No solo porque son altos, sino que, en general, resultan muy difíciles de pagar. En Colombia, por ejemplo, entre lo nacional, departamental y municipal, se suman una enorme carga tributaria para las empresas.

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