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Analistas 02/03/2023

La primera lección de sostenibilidad

Roberto Rave Ríos
Presidente ejecutivo Laick - Cofundador Libertank

Estamos en la era de la sostenibilidad. Parece que nos bebimos el mundo antes de tiempo y a voces se escucha decir que los alimentos se acabarán, que en pocos años los rayos del sol tendrán como muro de contención la contaminación y que además el agua pronto será más escasa que la sinceridad y honestidad de nuestros políticos.

Que viene una guerra y que el mundo agonizara a costa de las ideologías extremistas entre ellas el resurgido comunismo. Pero no solo se agotan los principios, el agua y los rayos del sol, también parece que se agota la esperanza como si de un vaso se desprendiera la última gota de líquido en medio del desierto de Atacama. Estamos en la era de la sostenibilidad ambiental y de la insostenibilidad humana.

¿Cómo hacer sostenible la naturaleza sin hacer sostenible la familia, los amigos, los sueños, los proyectos, las esperanzas, el amor por el largo plazo, por la dificultad, por la honestidad, por la amabilidad, por la existencia misma, por la libertad, por la vida? ¿Cómo hacer sostenible la naturaleza de lo externo sin hacer sostenible la propia? Esta lógica trastocada por los sonidos efímeros de ideologías que no pueden ofrecer mas que ilusión y engaño a una sociedad sedienta de esperanza, han puesto al empresario como enemigo, al soñador como un tirano y al “exitoso” como el diablo.

Esta ecuación pretende repartir riqueza mientras roba esperanzas, porque atacar a las empresas no es solo vaciar las arcas del estado en el largo plazo, pues sin empresas no hay dinero para repartir subsidios, sino también aniquilar los sueños. Pues no existe herramienta más potente y eficaz para llevar un sueño a la realidad que las empresas privadas de negocios. Aumentar subsidios y matar empresas es un falso oximorón. Matar empresas es matar sueños en una sociedad con una esperanza frágil.

¿Podríamos vivir con agua, con árboles, con energía, con alimentos sostenibles, pero sin solidaridad, sin humanismo, sin familias, sin empresas, sin líderes sostenibles humanamente? La actualidad parece esconder vacíos detrás de adjetivos o apellidos para renombrar lo antes nombrado, para salvar a último momento lo que antes fuimos incapaces de defender; por eso para redimir el capitalismo entonces hablamos de capitalismo consciente, cuando desde el inicio se obvia que el capitalismo es consciente o no es capitalismo, también acudimos a remoquetes sobre la sostenibilidad para hacer visible lo obvio.

Esta columna no pretende ocultar la trascendencia de nuevos conceptos de sostenibilidad ambiental, ni tampoco tiene como objetivo hacer contrarios los conceptos de sostenibilidad humana y ambiental. Sin embargo, es necesario, en esta apasionante época, llena de retos , temblores sociales y políticos, poner sobre la mesa las contradicciones propias de todos como seres humanos, y más aún, de una generación de “líderes” incapaces de inspirar, no porque no lo intenten, sino porque carecen de integridad para lograrlo.

Nos preocupamos por hacer sostenible lo que es insostenible para así ignorar lo que es verdaderamente importante que hagamos sostenible: la familia, los amigos, los hermanos, los principios, la solidaridad, la rectitud. Tenemos líderes que quieren hacer sostenible el mundo pero no son capaces de hacer sostenible su matrimonio, la relación con su hermano, la amistad, la empresa de la vida. Que paradojas, que constricciones las del mundo actual.

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