Hidrógeno: fin de la pobreza

El hidrógeno es la nueva ruta de la generación de energía a nivel global, porque su contenido energético permite que al reaccionar con el oxígeno alcance temperaturas de hasta 1.500°C y, en vez de emitir gases efecto invernadero como resultado de su combustión, solo produzca agua, es decir, cero contaminantes.

Sólo para tener una referencia, es importante señalar que, en comparación con otros combustibles, al momento de medir la energía por la unidad de masa, el hidrógeno presenta 141, mientras la gasolina tiene 47,4 y el gas natural 50.

Es evidente que el hidrógeno es el más básico de todos los elementos químicos del universo y, por supuesto, el que más está presente no solo en nuestro planeta sino en general en el universo.

Ahora bien, el hidrógeno no es una fuente directa de energía sino un vector energético, es decir, requiere de una energía primaria para ser extraído, por ejemplo, del agua, y luego suministrar el poder energético.

Para llevar a cabo esa extracción del agua, se requiere de un proceso químico llamado electrólisis, por medio del cual se conduce electricidad a través del agua para separar los átomos de hidrógeno de los átomos de oxígeno, luego esa energía puede ser entregada a células de combustible y generar electricidad y calor, o ser quemado para hacer funcionar a un motor de combustión.

Colombia tiene entonces una de las mayores ventajas competitivas mundiales frente a la generación de hidrógeno pues es el sexto país con mayor riqueza hídrica del planeta. De hecho, contamos con acceso a dos océanos, y en nuestro territorio contamos con 50% de los páramos del mundo y más de 700.000 cuerpos de agua entre ríos, quebradas, etc. Adicionalmente la oferta hídrica del país es seis veces superior a la oferta mundial y tres veces mayor que la de Latinoamérica, sumado al gran potencial eólico del norte del país y a la capacidad de generación solar en gran parte del territorio.

Según la ruta del hidrógeno diseñada por el Ministerio de Minas y Energía nuestro potencial exportador es superior a los US$5 billones y Colombia podría convertirse en un HUB logístico de hidrógeno abasteciendo a los países cercanos tanto por mar como por tierra y surtiendo parte de la demanda de Europa, Asia y Estados Unidos.

De manera pues que en lugar de estar generando terror sobre la forma en que deberíamos abordar nuestra transición energética, deberíamos estar concentrados en iniciar esa transición con estas alternativas reales y tangibles, que estoy seguro, permitirían establecer la ruta para que el país salga de la pobreza e inicie el camino del desarrollo social, económico y ambiental.

A esto es que nos debemos dedicar y en esto es que Empresas Públicas de Medellín debería estar concentrada desde hoy, y en los próximos cuatro años, y no haciendo populismo con supuestas congelaciones de tarifas de servicios públicos que son una fantasía y que en nada le sirven a la gente ni al futuro económico de la empresa.

Notícula: este artículo fue formulado con base en multiplicidad de fuentes secundarias necesarias para su precisión técnica.