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Analistas 10/10/2024

Voluntarismo en Ecopetrol

Rodrigo Botero Montoya
Exministro de Hacienda

El presidente Gustavo Petro está teniendo dificultad para implementar en su integridad el programa gubernamental de su mentor, Hugo Chávez. Si bien ya rompió relaciones diplomáticas con el Estado de Israel, esa decisión probablemente no va más allá del mes de agosto de 1926.

En lo que respecta a la erradicación del capitalismo, Petro está descubriendo que ese es un proyecto con pocas perspectivas en un país en el cual la popularidad de la empresa privada supera con creces a la suya.

Queda la posibilidad de convertir la empresa petrolera estatal en un apéndice político de la Casa de Nariño, aunque entre Pdvsa y Ecopetrol, las Ceteris no son Paribus.

De todas maneras, se propone intentarlo, sea cual fuere el costo económico y político. A continuación, se describen los primeros pasos que se han dado en ese intento, sus consecuencias y la magnitud de los sinsabores que se avecinan para la empresa y para Petro. También se explica el concepto de Fait du Prince.

Una primera diferencia con Pdvsa es que Ecopetrol no es ciento por ciento estatal. Tiene unos 250.000 accionistas privados. Petro ha interferido con el gobierno corporativo de la empresa, vetando al presidente de la Junta Directiva elegido por ésta y destituyendo al CEO para imponer a su jefe de campaña electoral.

Otra diferencia es que Ecopetrol está inscrita en Bolsa de Valores de Nueva York. Por lo tanto, se encuentra bajo la supervisión y vigilancia de la Securities and Exchange Commission del gobierno de Estados Unidos. Los inversionistas extranjeros pueden invertir en acciones de Ecopetrol por medio de American Depository Receipts, instrumentos financieros denominados en dólares que se transan en la Bolsa.

Fait du Prince es un concepto del derecho administrativo francés. En el Antiguo Régimen, bajo la monarquía absoluta, describía las decisiones discrecionales del rey que le causaban un detrimento patrimonial a un particular. En esa época, el particular perjudicado no tenía forma de exigirle una compensación al estado. Como diría la vicepresidenta Márquez, “de malas”.

El concepto sobrevive en la época republicana, con la diferencia que el particular perjudicado puede demandar al estado y el estado está obligado a indemnizarlo.

Ahora bien, una decisión discrecional de Gustavo Petro, contraria a los procedimientos de gobierno corporativo, vetando una inversión altamente rentable en la cuenca del Permian en Estados Unidos, similar a la que ya existe, les ha causado un detrimento patrimonial considerable a los accionistas de Ecopetrol. Como describen Juan José Echavarría y Luis Alberto Zuleta en su carta de renuncia a la Junta Directiva de agosto 30, la inversión ya había sido aprobada por los Comités de Auditoría y de Negocios y estaba recomendada por la Junta Directiva.

El voluntarismo de Petro le ha causado una fuerte pérdida de valor de Ecopetrol. Lo que sigue para el gobierno son unas demandas cuantiosas por parte de los accionistas.

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