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En la economía, como en la vida, hay escenarios que, por su excepcionalidad, exigen una decisión oportuna para sacar lo mejor de sí. Un buen ejemplo de esto, y que más de uno tiene presente por estos días, es el de la Tasa Representativa del Mercado (TRM). Los $1.758 que alcanzó a valer la divisa estadounidense hacia marzo de 2012, contrastados con los más de $3.900 que cuesta hoy, son el símbolo por excelencia de las ventanas de oportunidad que cíclicamente abre el mercado.
Al igual que como ocurrió con el negocio cambiario, la industria inmobiliaria en Colombia se encuentra hoy ante un momento privilegiado para acceder a una vivienda nueva. Las diferentes medidas para sobreponer el impacto que generó el covid-19, sumadas a las particularidades del mercado, configuran un panorama que hace que comprar casa sea, en sentido metafórico, como adquirir un dólar por debajo de $2.000.
Por esta razón, y aunque en términos generales se entiende que se está ante un buen año para adquirir vivienda, todavía es importante insistir en la dimensión extraordinaria del momento, para que más ciudadanos aprovechen las buenas condiciones y los subsidios. En ese sentido, como primer aspecto, vale referirse a la oferta de los 200.000 subsidios que dispuso el Gobierno Nacional hace 13 meses, con la que se complementa el modelo ya existente, como el de Mi Casa Ya, y ayuda al pago de la cuota inicial y el de las cuotas mensuales.
Dichos subsidios, de los que ya se han ejecutado cerca de 100.000 tanto VIS y No VIS, y con los que, en palabras del viceministro de Vivienda Carlos Alberto Ruiz, “prácticamente, 400.000 personas se están viendo beneficiadas”, elevan el atractivo de los créditos hipotecarios; los cuales, a su vez, son comparativamente inferiores gracias a la baja histórica que han tenido las tasas de interés.
En este punto, si se tiene en cuenta la reducción de 360 puntos básicos para las tasas de interés de la vivienda No VIS frente a 2016, vale la pena citar un muy buen ejemplo que recientemente desarrolló Hernando José Gómez, presidente de Asobancaria, para un conversatorio: “si hacemos el ejemplo para un inmueble No VIS, del orden de $400 millones, con una financiación de 70% a 15 años, el ahorro sería de $101 millones en toda la vida del crédito; y, si se incluye el subsidio Frech No VIS, el ahorro subiría a $139 millones”.
A estas facilidades de financiación, se suma el hecho de que la actual oferta residencial es altamente susceptible a los subsidios. Esta, que se compone de alrededor de 146.000 unidades de vivienda disponible, reflejada en poco más de 3.300 proyectos a nivel nacional, se estima que alcanza a aplicar a los estímulos del gobierno en un 90%.
Por otro lado, y como elemento final, es de señalar que la tecnología ya está permitiendo la toma de decisiones bajo variables objetivas y el acceso al mercado desde la comodidad de la casa. Como lo sugirió Edwin Chirivi, vicepresidente técnico de Camacol, la digitalización influye en que la oferta tenga un gran dinamismo, “la tecnología le ha quitado el parámetro regional a la oferta de vivienda en el país. Hoy, esos 3.300 proyectos disponibles se vuelven una oferta nacional”.
Así las cosas, y habiendo citado una pequeña porción de los argumentos, el mensaje es claro: este es el año para comprar casa. En La Haus lo sabemos y, por eso, recibimos USD $100 millones de inversión y el respaldo de Jeff Bezos para seguir democratizando el acceso a vivienda nueva por medio de la tecnología.