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Cerrando este año 2022, la demanda industrial quiere presentar su balance dentro de las nuevas políticas, el proceso regulatorio y el apoyo institucional recibido, así como su impacto en términos económicos, sociales y de bienestar.
Asoenergía en su tercer Foro virtual, busca discutir directamente con el gobierno y el sector, como promover la competitividad del sector energético, y su relación con la seguridad energética y la autonomía, en los sectores de energía eléctrica y de gas natural, que están enteramente interrelacionados en términos de confiabilidad y eficiencia para los usuarios. Buscamos responder y aportar en el tratamiento y propuestas a incluir en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), para lo cual queremos plantear y reflexionar sobre alguna preguntas, tales como: ¿Cúal es el camino para estructurar, priorizar, y conciliar los objetivos de política, para asegurar decisiones de corto plazo que impactan el largo plazo, en términos de seguridad energética? Además de, ¿cómo conciliar la Transición Energética, considerando la seguridad energética para la demanda en el corto y en el largo plazo?
En medio del contexto mundial y el nuevo balance geopolítico en energía quisiéramos responder a inquietudes en el sentido de sí, por ejemplo, ¿Es necesaria la autonomía energética para lograr la seguridad energética? y, ¿Cómo conciliar la seguridad energética, la autonomía y la transición energéticas en términos de precios finales competitivos de la energía para los usuarios? Estamos en medio del debate de incrementos desbordados de energía, sin una respuesta clara que pedimos insistentemente desde hace meses. Para esto es crucial definir de una vez por todas, ¿Cómo lograr que la seguridad y la autonomía energéticas a nivel de la demanda hagan parte de la Transición energética?
De acuerdo al análisis internacional que hemos venido compartiendo, y en términos de la importancia de la infraestructura y recursos, nos planteamos claramente ¿Cómo lograr la seguridad energética con un portafolio de recursos energéticos (agua, FERNC, Gas, otros) y asegurar un balance entre las nuevas tecnologías disponibles o a desarrollar (GID, Hidrogeno, CCS, Gas Offshore, LNG) y en medio de la participación social, ¿Cómo materializar los proyectos de redes de transmisión y de distribución para que no se conviertan en el riesgo de conexión y acceso para la disponibilidad de los portafolios de oferta en la Transición energética?
A nivel regional y teniendo a Colombia en el centro, ¿cómo lograr que las interconexiones apalanquen la seguridad energética y no se conviertan en un riesgo a la autonomía energética? En medio de un nuevo gobierno que cuestiona el modelo sectorial, no sin buenas razones, y que causó inquietud al plantear inquietudes sobre la independencia del regulador, pero al que le falta analizar qué pasa con las demás instituciones sectoriales y de control, e instrumentalizar la verdadera participación de los usuarios en todos los estamentos y espacios de análisis y evaluación sectorial. Preocupados como estamos, como demanda en el balance real de energía en el mediano plazo, con una seguridad que lamentablemente no puede estar anclada en solo Renovables no convencionales, sino que requiere una oferta de energía variada que debe atender no solo el cumplimiento y ampliación de la oferta de fuentes de energía renovable, sino su mezcla eficiente con otras tecnologías, generación hidroeléctrica con almacenamiento de agua con reserva multianual, plantas térmicas eficientes, y en algunos escenarios, evaluar la optimización de las plantas de carbón.
Estas, opciones ineludibles que no están definidas y que es fundamental fortalecer, ya que, sin estos recursos de respaldo, necesarios en el sistema, enfrentamos una situación crítica inminente. Es cierto, se deben dar los incentivos para la incorporación de nuevas tecnologías tales como el almacenamiento de energía, la utilización del hidrógeno verde sobre excedentes renovables cuando existan y, por supuesto, impulsar la gestión integral y la participación de la demanda como elemento estructural de uso eficiente del recurso; sin embargo, a la fecha, la energía para el país, para la industria aún no está asegurada.
