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ANALISTAS 01/06/2024

Mataron a una mujer

Santiago Angel

Una semana aterradora. Esta semana y los últimos meses en general han sido apabullantes. Ataques terroristas de grupos armados ilegales, a lo que nos hemos acostumbrado en este Gobierno, pero lo más duro fue la violencia de la sociedad. ¿Cómo es posible que en Bogotá en una sola semana hayan sido asesinadas dos mujeres por hombres violentos, en Jamundí otras dos, y en Medellín encontraron el cuerpo desnudo de una mujer en un río?

Una mujer muriendo desangrada en un centro comercial, otra mujer más acuchillada en Suba, dos mujeres baleadas en Jamundí, y otra mujer desnuda y muerta en Medellín. ¿Cómo puede parecernos que esto es paisaje en un país que habla tan desprolijamente de paz?

Pero hay más. Vanessa Soto Másmela fue asesinada también por aun atracador a las 6 de la mañana, cuando intentó forcejear con él que al tiempo que la retenía le daba golpes mortales. No tiene sentido en Colombia vivir así. No hay esperanza para las mujeres jóvenes ni tampoco para los jóvenes en general.

La inseguridad de las principales ciudades es aplastante. A las mujeres sus asesinos las matan en centros comerciales; ya van tres. Dos en el Centro Comercial Santa Fe (otro caso sucedió en 2017 en una óptica) y otra en Unicentro a la que asesinaron en un café de Juan Valdez. Ante la vista de todos, de manera pública, sin temor a las repercusiones, sin importar el dolor que puedan sentir sus hijos, sus papás. No solo matan sus cuerpos, sino que matan el alma de sus víctimas y el alma de sus familias y de la sociedad.

Soy periodista. Tengo que registrar este tipo de hechos todos los días pero es desgarrador que se normalicen la muerte, los feminicidios, las tragedias. Ninguna de estas mujeres debió morir, pero estamos en una sociedad en la que las imágenes se repiten una vez tras otra y parece entonces que la desgracia fuera lejana, hasta que nos toca la puerta o nos llama a la madrugada o nos despierta en la noche con una llamada inesperada desde un hospital.

En Colombia se pierde la vida en hurtos, se pierde la vida por ser mujer, se pierde la vida por pensar diferente, la integridad se pone en riesgo por ser críticos o por ser cómplices, por cualquier cosa. Los cadáveres se entregan en costales, desmembrados, se dejan en las carreteras. Es un país hermoso y lleno de gente magnífica pero con la tragedia siempre respirando en la nuca. ¿Qué está pasando con la sociedad?, ¿dónde está el Gobierno?, ¿dónde están los valores colectivos para cuidar a nuestra gente, a las mujeres?

En Colombia se han cometido cuatro feminicidios por semana en lo que va de 2024. No se puede vivir en un país en el que la vida importa tan poco. Con decepción escribo esta columna porque algo nos está pasando y no lo vemos, no nos damos cuenta. No todo es política, no todo es Petro. Hay gente sufriendo hoy porque se despierta sin su hermana, o sin su hija, sin su madre. Y solo tienen el recuerdo y la sombra de que un canalla las mató un día porque sí. Reaccionemos.

Stephany Barranco, 32 años

Natalia Vásquez Amaya, 31 años

Vanessa Soto Másmela, 22 años

María Paula Dulce, 21 años

Luna Rodríguez, 19 años

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