Twitter-Gobierno

Señor Presidente, debe usted cesar el Twitter-Gobierno. Su estrategia de comunicaciones es un desastre y la responsabilidad es suya, no del equipo que lo acompaña. Su temperamento, que es a veces moderado, democrático y dispuesto al consenso, otras veces es irrevocable, absoluto y terco.

Esta columna le ha dedicado por lo menos tres textos a hablarle de los errores que usted comete en su Twitter. Cerca de un año de Gobierno, no ha entendido que su cuenta comunica información oficial a todo el país, los medios y la comunidad internacional. No puede ser una escopeta para disparar opiniones ni para tener controversias eternas con sus opositores.

Señor Presidente, lo más grave es que usted está usando su cuenta como si su popularidad estuviera por las nubes y es todo lo contrario. Su gestión la desaprueba entre 50% y 60% de los encuestados, según varios estudios, y su error garrafal con la confirmación errada del hallazgo de los niños indígenas desaparecidos en el Guaviare le va a pasar factura. Ojalá aparezcan con vida para el bien de sus familias y como esperanza para el país, pero el error de haber jugado con la ilusión de la abuela, las comunidades indígenas y todos los ciudadanos, por una ligereza, es impasable.

Tiene usted cifras positivas para elaborar una estrategia poderosa de comunicaciones alrededor de la economía. Un crecimiento de 3% en el último trimestre, el desempleo en 10% y una inflación que viene cediendo son las verdaderas noticias en las que el Gobierno debería concentrarse con un apuesta arriesgada para hacer pedagogía y hablar sobre lo que convoca y une. Sin embargo, todas esas buenas noticias quedan empantanadas por su irascibilidad en Twitter y sus errores de desinformación.

Estas son solo cuatro veces en las que el uso irresponsable de Twitter le ha generado problemas como jefe de Estado. Usted anunció allí un cese al fuego bilateral con el ELN que cinco meses después aún no ocurre; publicó fotos de un hospital venezolano para justificar un argumento en pro de la reforma a la Salud, aseverando que ese hospital estaba en Colombia; dio por hecho una noticia dudosa y no confirmada sobre el asesinato masivo a 200 personas y posteó una información con la fotografía de un menor de edad para enfrentarse a un fiscal; y anunció que los niños indígenas aparecieron con vida sin ninguna corroboración de identidad in situ ni prueba real y sin cruzar el dato con las Fuerzas Armadas.

Esto ocurre al mismo tiempo que manda a los medios de comunicación a informar con responsabilidad. Debería usted despojarse de su ego y hacerle caso a sus asesores para que la información sea adecuada, concreta y veraz. De nuevo, quítese el prejuicio de que los medios quieren hacerle daño u oposición. Los medios en Colombia son independientes pero institucionales y de buena calidad. No busque enemigos que no tiene y concéntrese en su mayor y más temible enemigo; usted mismo con un celular trinando contra el universo.

Pd: Curioso que Fecode, que ha protestado para apoyar la reforma a la salud, está por decidir el contrato de $15 billones para operar su propio sistema que el Gobierno eligió no tocar. Impresionante presupuesto.