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Analistas 30/05/2023

Yo no trabajo, juego a ser el número 1

Santiago Botero Jaramillo
CEO y Fundador de Finsocial
Santiago-Botero-Jaramillo

Durante mucho tiempo vi a mi hijo, Juan Sebastián, jugando PlayStation. Lo analizaba en silencio mientras él se concentraba en el mundo que estaba por iniciar frente a la pantalla. En un principio no era muy bueno, pero tenía una determinación incansable. En el juego moría una y otra vez, pero volvía al ruedo con más fuerza. Siempre se levantaba de nuevo buscando la victoria, con hambre de lograr su objetivo de pasar al siguiente nivel, llegar de primero a la carrera, matar a un monstruo o cual fuera el propósito del juego de turno. No se rendía, no se cansaba, su voluntad era inagotable.

Juanse se volvió cada vez mejor, más fuerte y más hábil en el juego, pero lo más importante y lo que más atesoro, es que terminó enseñándome valiosas lecciones de vida, de tenacidad y de perseverancia, como que cuando queremos ganar hay que luchar, aunque en un principio no seamos los mejores. Esta anécdota me hizo reflexionar en su momento sobre la importancia del trabajo, el esfuerzo, la dedicación y la disciplina para alcanzar la excelencia y por supuesto el éxito en diferentes esferas de la vida. Aunque suene contradictorio así defino lo que hago yo como empresario y emprendedor: yo no trabajo, juego a ser el número uno.

Dicen que cuando encuentras eso que te apasiona no volverás a trabajar un solo día de tu vida y en eso estoy de acuerdo. Por eso, cuando la gente entra a mi oficina lo primero que ve es la frase escrita en la pared, para que me recuerde que soy un soñador con alma de niño, que tenemos que disfrutar lo que hacemos y que el trabajo tiene que ser un espacio que nos rete, que nos motive, pero que también nos impulse a ser felices.

En el mundo necesitamos aprender de los mejores y aplica para todo, en especial para que las compañías crezcan en el mundo empresarial y, ¿sabes una cosa?, siempre debemos tener presente que habrá alguien mejor que uno en algo. Necesitamos rodearnos de gente así. No somos infalibles, ni podemos creer que nos la sabemos todas, hace parte de ser buen líder también rodearse de los mejores, no solo profesionales, sino también de buenas personas para conseguir resultados de valor para las empresas y para la vida en general.

Pero entonces, si siempre habrá alguien mejor ¿es posible ser el número 1? Mi respuesta indudablemente es que sí, claro que podemos, porque el reto de ser mejores es con nosotros mismos y la competencia es contra la versión anterior que fuimos, de lo contrario sería muy difícil sobresalir en algún campo, así que hoy quiero invitarte a que compitas contra ti mismo y pongas a prueba tu habilidad, tu destreza, tu talento, tu aprendizaje.

Colombia necesita a más personas como mi hijo, que se reten a diario, que compitan contra ellos mismos, que aprendan rápido de sus errores y empleen nuevas estrategias para evolucionar, crecer y ser mejores, pero sobre todo que no se den por vencidos ante la derrota. Por eso hoy quiero invitarte a que nunca dejes de jugar, porque esa intención te mejora en algo fundamental; te mejora frente a ti mismo.

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