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Nadie en Colombia quiere una Reforma Tributaria ahora. Estamos atravesando el tercer pico, quizás el más crítico de la pandemia, y apenas nos recuperamos económicamente. Menos a pocos meses de empezar el próximo ciclo electoral, como lo afirmé ya en una columna. Pero en esa misma columna advertí que los mercados y las calificadoras de riesgo no parecían tener paciencia y por lo tanto forzarían nuestra mano. Tampoco estamos solos…la inmensa mayoría de países están actualmente redactando, discutiendo, o aprobando sus propias reformas fiscales. Y era natural, dado que el largesse de gasto en apoyos y subsidios, absolutamente necesario en la encrucijada actual, tendría eventualmente una cuenta de cobro.
Lo que si me sorprende es la hipocresía y el oportunismo de muchos actores políticos, que intentan retratar al gobierno de desconectado con la realidad del país, o al presidente Duque como un mentiroso por pedir aumento en los gravámenes. En serio, ¿qué les pasa? ¿No se han dado cuenta que vivimos una pandemia que hizo crecer el gasto y disminuir el recaudo? Las cifras son contundentes…entre el 2019 y el 2020 los ingresos del gobierno central disminuyeron en 11.2% mientras sus erogaciones aumentaron en 16,4%. Solo el Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome), contribuyó con $16.7 billones de egresos nuevos el año pasado. Lo increíble es que muchas de estas personas hace meses protestaban la “pichicatería” del gobierno con los subsidios, y reclamaban “renta básica universal”. ¿Y de dónde entonces?
Muchos responderían que hay que reducir el gasto…al fin y al cabo si hay espacio para recortar. El tema aquí es por mas draconiano que fuera el recorte, si excluimos el pago de la deuda, las transferencias para educación y salud, la defensa nacional, y los costos del aparato judicial, no se alcanza a compensar el desbalance creado por la pandemia, y aun así necesitamos un ajuste fiscal. Y como definitivamente no alcanza, que digan cuales de los rubros anteriores van a recortar. ¡Los quiero ver!
Ahora bien, una cosa es necesitar nuevos ingresos, y otra cosa es que la mejor manera de lograrlo sea la planteada en el Proyecto presentado. En General, la iniciativa es ambiciosa, ya que busca $23,3 billones. Asumiendo que en la “peluqueada” de la discusión la dejen en $15 billones, esto corresponde al faltante mencionado en el Plan Financiero por 1,5% del PIB. Estos serían mis aportes; creo que ponerles IVA a los servicios públicos de estrato 4, 5, y 6, que ya asumen un subsidio cruzado, es un error. Y si vamos a gravar las pensiones altas, que sean las que tienen un subsidio implícito del estado…seria lo justo. En el IVA se podría crear una tasa pequeña para trasladar allí a los que están exentos, de manera puedan descontar el IVA.
Pero no es momento de oponerse porque si, o tomar el camino fácil diciendo que si se necesita un ajuste fiscal, pero sin decir como ni en que rubros. Y los que hablan de recortes, que los cataloguen, pero con números, a ver que tan lejos llegan a la cifra de ajuste requerida. Y a los que pidieron apoyos y subsidios, aquí esta; el estado más asistencialista en nuestra historia, y con los rubros en educación y salud con que soñaban desde hace décadas. Claro…lo soñaban, pero en cabeza de otro gobierno.
Bienvenida la discusión, pero en esa discusión vamos a poder diferenciar quienes quieren aportar al debate y construir país sostenible, quienes ponen su ideología por encima del interés común, y quienes son populistas puros. Mientras tanto, nuestro grado de inversión y la plata para seguir extendiendo apoyos y subsidios está en el balance.