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La última semana ha traído noticias importantes con señales inequívocas de que hemos doblado la pagina de la pandemia en su aspecto sanitario, pero sobre todo en sus consecuencias económicas. En lo sanitario llegamos el Lunes a tener 29 fallecidos por covid-19, cifra que no veíamos desde inicios de la pandemia. Igual ocurre con la cifra de casos activos que llegan a 19.198.
Muchos responderían que esperemos al cuarto pico con variante Delta antes de cantar victoria. Pero también es sabido que esa variante ya anda circulando plenamente en el país, y para enfrentarla en su cuarto pico tenemos a corte del 18 de Septiembre, 22,3 millones de colombianos que ya han recibido su primera dosis y 16,1 millones su esquema completo.
Esto representa respectivamente el 44,6% y el 32,2% de la población. Y siguen llegando muchas más vacunas que están siendo aplicadas a muy buen ritmo. Nada mal para un país de ingreso medio.
En lo económico las nuevas no podrían ser mas positivas. El Viernes pasado el Dane informó que según el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) tuvimos en Julio un alza anual de 14,3% lo que ya pone nuestro PIB 2,95% por encima de nuestro nivel prepandemia.
Por otro lado, la inversión extranjera sigue recuperándose y el Minhacienda José Manuel Restrepo asegura que “las entradas de IED al país sean de US$11.175 millones en 2021, …representa un crecimiento anual de 46,2%”. También desde España, el Presidente Duque anuncia inversiones de mas de US$2.500 millones, de una nación que en el primer semestre de este año ya se ha coronado como el mayor inversionista en Colombia. Otros indicadores como demanda de energía ya superaron sus niveles de inicios del año pasado y han llegado a récords históricos de acuerdo con XM.
Por último, la más reciente encuesta de confianza empresarial la sitúa en 61,3 lo que demuestra en palabras Juan Daniel Oviedo, Director de Dane que “las percepciones y las expectativas de los empresarios del país están pasando de la estabilidad al optimismo”.
¿Cuál es el reto pendiente? el numero de compatriotas empleados, que sigue en rojo frente a la cifra de Febrero de 2020. Lo que tenemos en los primeros siete meses de este año es que, aunque el PIB avanzó 9,4%, la población ocupada apenas creció 7,3%. Este rezago se refleja en sectores clave para la creación de empleo, pero con bajo encadenamiento, que proveen el 55,8% de los empleos, pero solo pesan el 26,7% del PIB. Aunque todo esto proviene de un confuso concepto que es la Matriz Insumo Producto, el diagnóstico es fácil.
Estos sectores mencionados, donde están incluidas buena parte de las micro, pequeñas, y medianas empresas del país, deben ser atendidas, estimuladas, y acompañadas en su proceso de recuperación, con capacitación, acceso al crédito, y formalización, que es algo que algunas Cámaras de Comercio están haciendo muy bien. Aquí la acción del Gobierno es fundamental.
Lo que si queda claro es pasamos por un buen momento y no podemos embarrarla. Y no voy a hablar de decisiones políticas sino económicas. Las reformas y medidas con impacto macroeconómico y fiscal, que se tomen el próximo año por cualquier gobierno entrante, independiente de su inclinación ideológica, no pueden afectar la dinámica ascendente que llevamos. Hacerlo sería suicidarnos en primavera.
P.D. La notica de la liquidación definitiva de La 14 hiere el alma de quienes crecimos comprando siempre en una empresa icónica del Suroccidente. Ojalá inversionistas con visión se interesen por el gran valor de la marca y sus activos locatarios, y se salven miles de empleos en todo su encadenamiento productivo y comercial.