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La frase “Bogotá es una universidad, Quito un monasterio y Caracas un cuartel” se atribuye a Simón Bolívar en tiempos de la independencia. Desde aquella época, para el pueblo venezolano siempre ha sido importante las armas, la preparación y organización militar, ya que, de hecho, nosotros, los colombianos, fuimos liberados por un venezolano.
En el siglo XX, nuestro vecino país estuvo gobernado por militares durante más de 44 años y sufrió cinco golpes de Estado, cuatro de ellos exitosos. Uno de sus gobernantes militares, Juan Vicente Gómez, fue reconocido por su brutalidad y represión. Gómez mantenía una extensa red de espionaje y censura, utilizaba la cárcel y el exilio para silenciar a sus opositores, y contaba con una policía secreta conocida como “La Sagrada”, encargada de mantener el régimen en el poder.
Venezuela estuvo gobernada por políticos civiles durante la mitad del siglo XX, y estos disfrutaron de un período de prosperidad económica gracias al alza en los precios del petróleo durante las crisis de 1973 y 1979. Sin embargo, a finales de la década de 1980, Venezuela enfrentó graves problemas económicos y casi llegó a la bancarrota, en un período conocido como la “crisis de la deuda”. Esta crisis fue atribuida a la corrupción de los políticos que gobernaban y a la excesiva dependencia del petróleo. Fue entonces cuando los militares decidieron retomar el poder.
El proceso comenzó en 1982, cuando jóvenes militares liderados por Hugo Chávez fundaron el Movimiento Bolivariano Revolucionario, que luchaba contra un sistema político corrupto y buscaba el regreso de los uniformados al poder.
Desde el 2 de febrero de 1999, Venezuela es un país gobernado por militares, bajo una dictadura castrense que ha utilizado estrategias de izquierda, socialistas y de represión para mantener el régimen durante más de 25 años. En la actualidad, varios ministros del gobierno del presidente Nicolás Maduro son militares, y gran parte de la institucionalidad del país está dirigida por personas que han sido o son militares activos.
Aunque Venezuela mantiene relaciones con países de izquierda y socialistas, y Hugo Chávez tuvo una gran cercanía y admiración por Fidel Castro y Cuba, estas relaciones no deben desviar nuestra atención de la realidad: Venezuela es una dictadura militar gobernada por militares.
No ha sido posible que la dictadura se aleje del poder mediante la democracia o las protestas. Creo que es importante que los colombianos comprendamos este contexto histórico. Aunque el presidente es un civil, Venezuela es una dictadura militar. No se nos puede olvidar que estos regímenes autoritarios concentran el poder, suprimen la oposición, ejercen control social y adoctrinamiento acompañado de armas, y restringen las libertades para mantener el poder.
Creo que el gobierno militar venezolano solo terminará mediante la resistencia y revolución de su propio pueblo o por la presión de países y potencias más poderosos. Es difícil que termine mediante procedimientos democráticos, como elecciones o protestas en países vecinos. Ojalá Venezuela pronto sea gobernada de nuevo por políticos civiles que restablezcan todas las libertades para los ciudadanos venezolanos.
