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Después de casi 50 años el agua vuelve a estar en el centro de la agenda mundial, ya que esta semana la Organización de Naciones Unidas realizará la Conferencia sobre el Agua 2023 “Nuestro momento decisivo: unir al mundo por el agua”.
Dejando atrás el tono de la primera conferencia global sobre el agua realizada en 1977, el actual encuentro de los Estados sobre el líquido propende por activar avances en los compromisos mundiales para brindar a la humanidad un acceso universal al agua potable y el saneamiento en el año 2030, esto enmarcado en el documento que alineará al sector público, al privado, a los científicos y a la ciudadanía titulado la Agenda de Acción por el Agua, orientado a cumplir los objetivos y metas mundiales relacionados con este trascendental tema.
Todas las actividades tanto a nivel social como económico necesitan en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, pero según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en la actualidad alrededor de 2.200 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a agua potable gestionada de manera segura, 4.200 millones de personas no cuentan con servicios de saneamiento gestionados de manera segura y 3.000 millones carecen de instalaciones básicas para el lavado de manos.
A su vez, 30% del agua apta para consumo humano del mundo se encuentra en América Latina, sin embargo 160 millones de personas en nuestra región no tienen acceso a agua, lo que evidencia que el problema no solo es de acceso, pues la falta de eficiencia, gobernanza y adaptación al cambio juegan un papel determinante. Que no quede duda, nos enfrentamos a una crisis de talla mundial pues miles de millones de personas continúan sin tener acceso al agua y según las mismas Naciones Unidas, se calcula que más de 800.000 personas mueren cada año por enfermedades atribuidas de manera directa al agua no apta para el consumo, a prácticas de higiene deficientes y/o un saneamiento inadecuado.
Considerando este panorama, desde el sector de bebidas reconocemos que la gestión y uso eficiente del agua es esencial para la humanidad, y por lo tanto estamos comprometidos con acciones para sumar a su conservación, fomentar el acceso al recurso en las comunidades a las que servimos, y mejorar el uso eficiente del líquido en todas las plantas de producción por medio de estrategias de ahorro y sistemas de reúso, para retornarla al medio ambiente en iguales o mejores condiciones.
A nivel Latinoamérica, los diferentes integrantes de la industria de bebidas realizan esfuerzos consistentes para asegurarse de devolver a la naturaleza el cien por ciento del agua que utilizan en sus procesos y las empresas trabajan para reforzar los fondos de agua y conservar las cuencas por medio de iniciativas que incluyen asociaciones con diversos grupos de interés. Nos hemos comprometido a regresar el agua que utilizamos en nuestros procesos, reabasteciendo y conservando las cuencas, pues buscamos asegurar el balance hídrico en las comunidades con las que interactuamos.
Coincidimos con expertos y autoridades que, dadas las dimensiones, la importancia y la complejidad que representa la conservación de las fuentes, el reabastecimiento de las reservas de agua, y el acceso de la población al vital líquido, su gestión debe de estar en el centro de las políticas públicas y acciones climáticas coordinadas y es por esto que la Conferencia de la ONU, sin duda, será un momento crucial para alentar a todos a comprometerse y a adoptar medidas para hacer frente a los diversos desafíos que rodean al agua.
Que la Conferencia de las Naciones Unidas sea un punto de inflexión en la promoción del buen uso del agua y en la defensa de esta.