MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Uno de los pilares de la OMC es su función como foro de negociaciones comerciales a nivel multilateral. Desde su entrada en vigor en 1995, esta ha servido como el marco legal e institucional para que sus miembros profundicen en los compromisos adquiridos en los acuerdos ya vigentes, así como para llevar a cabo negociaciones en otros asuntos relevantes. A lo largo de los años hemos visto resultados importantes de este pilar, como lo es el Acuerdo de Facilitación del Comercio, el protocolo de enmienda al acuerdo sobre propiedad intelectual, entre otros.
En los primeros años de la OMC, las negociaciones se desarrollaron siguiendo el mandato establecido en algunos de sus acuerdos, en asuntos como, por ejemplo, el registro de indicaciones geográficas de vinos y bebidas espirituosas, agricultura y servicios.
Posteriormente, en 2001, fue lanzada la Ronda de Doha con una agenda ambiciosa de negociación. Hoy es de común conocimiento que esta ronda no fue del todo exitosa. Sin embargo, se debe resaltar que a partir de esta se creó un marco institucional que ha permitido continuar negociaciones de manera organizada.
Se creó el Comité de Negociaciones Comerciales, que es presidido ex officio por el director general de la OMC. A su vez, este dio lugar a la creación de sesiones extraordinarias de comités y consejos, para negociar sobre los asuntos de su competencia, y a la creación de dos grupos de negociación: el Grupo de Negociación sobre Acceso a los Mercados y el Grupo de Negociación sobre Normas - este último incluye los asuntos antidumping, subvenciones y medidas compensatorias (incluidas las subvenciones a la pesca) y acuerdos comerciales regionales.
El mandato de la ronda de Doha fue confirmado de manera reiterada por los miembros de la OMC hasta el 2015, cuando en la décima Conferencia Ministerial (CM) no hubo consenso para reafirmarlo. No obstante, el trabajo de negociación ha continuado.
El grupo de negociación de normas ha sido particularmente activo, específicamente llevando a cabo las negociaciones sobre subvenciones a la pesca. Estas negociaciones gozaron de un impulso importante en el 2015, con el mandato otorgado a la OMC por el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14,6 de la ONU, así como mediante el compromiso por parte de todos los miembros de la OMC en la CM de 2017, de culminar el proceso para la siguiente CM.
Aparte de algunos esfuerzos en agricultura, las negociaciones sobre subvenciones a la pesca son hoy consideradas las únicas negociaciones multilaterales activas en la OMC, siendo, por lo tanto, de gran importancia para la organización. Desde noviembre de 2019, Colombia preside estas negociaciones.
Hoy, además de este proceso, contamos con negociaciones plurilaterales sobre comercio electrónico; facilitación de inversiones; participación de las Mipyme en el comercio; reglamentación doméstica en el comercio de servicios; y esfuerzos para aumentar la participación de las mujeres en el comercio.
Como se hace evidente, la función de negociación sigue activa en la OMC, pero es indispensable mostrar que aun puede dar resultados. Ahora es cuando los Miembros debemos redoblar esfuerzos para fortalecer este pilar de la organización, pues será crucial para mantener su vigencia y relevancia en el orden económico internacional.