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Analistas 16/09/2024

Computación artificial y espacial

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes

El desarrollo tecnológico digital ha producido recientemente dos elementos que están acelerando su impacto con transversalidad sectorial: el ChatGPT y el Vision-Pro. Aunque no son los únicos existentes, estas invenciones de Microsoft (el primero) y de Apple (el segundo) sí son las que mayor impacto están teniendo.

El primero se refiere a los ChatBots que son algoritmos súper-rápidos capaces de condensar información digital y reportarla de manera analítica-histórica.

Si bien estos principios llevan al menos tres décadas empleándose, ha sido la aceleración en su capacidad computacional la que ha permitido poner al alcance de múltiples usuarios estos “reportes-inteligentes” y en lenguaje coherente, a manera de “ensayos” sobre temas particulares.

El segundo invento sobre Visores-3D ha estado mas relacionado con video-juegos y su potencial de “realidad-virtual”; el llamado mundo del “metaverso” precisamente mezcla estos dos principios. Actualmente está mas claro el potencial del ChatGPT que el del Vision-Pro, pues con estos últimos seguramente ocurrirá lo que se ha visto con el Apple-Watch: primero se puso de moda y después fueron los propios usuarios los que fueron inclinando la balanza hacia una aplicación con potenciales usos de monitoreo en salud, aprovechando su contacto corporal permanente.

Las simples llamadas desde este dispositivo, según lo imaginado por el personaje Dick-Tracy en 1935, no justificarían los US$700 que se pagan por el Apple-Watch, casi 50% del valor de un iPhone. Así como tampoco se justifica el exagerado pago de US$4,300 por el Vision-Pro; salvo que se trate (como parece ser) de acceso a pocos usuarios de avanzada para que experimenten y determinen su verdadera utilidad.

La primera reacción global ha sido la de pensar en límites regulatorios al uso de la Inteligencia - Artificial (I-A). Para ello se aducen riesgos de violación sistemática a los principios de información privada y, en segunda instancia, algunos países buscan detener por esta vía potenciales amenazas a puestos de trabajo dedicados a la compilación de información.

En efecto, tareas de compilación informativa y de uso de esa experticia para generar “asesorías” y “recomendaciones” se estarán viendo amenazadas por la I-A. Una de las principales amenazas tendría que ver con las tareas realizada por bufetes de abogados al compilar “casos” y extraer de allí argumentaciones legales ante los tribunales. Unos concluyen que esto generará gran competencia entre dichos bufetes, donde aquellos de mayor tamaño perderían su ventaja frente a los pequeños (ahora empoderados por la I-A). En cualquier caso, parece claro que el costo-por-hora cobrado por dichos bufetes a su clientela se estará reduciendo significativamente y pasará a estar reglado por otros criterios. Esto debido a que el uso de la I-A se estará volviendo un bien “cuasi-público” y, por lo tanto, ello reducirá el poder de facturación a su clientela.

Goldman Sachs ha concluido que cerca de un 44% de las tareas de compilación-jurídica ahora se podrá realizar acudiendo a la I-A (The Economist, “A-I and the Law” June 10th, 2013). Pero, como en muchas otras áreas, la parte prospectiva de dichos conceptos jurídicos seguirá siendo un gran desafío para la automatización, pues los computadores simplemente reaccionan y aprenden de las preguntas “inteligentes” que les realicen sus programadores.

Nada de esto es nuevo; tal vez el elemento que ha ido cambiando es la velocidad computacional con la cual dichas maquinas van aprendiendo (¿Remember cuando Deep-Blue no podía ganarle a Fischer en 1997 y pronto dejó de ser legal que ajedrecistas en contienda pudieran siquiera consultar a otros que estaban pegados de Deep-Blues, aun mas potentes?)

Esta posibilidad de llegar a dejar cesantes inclusive a profesionales con tareas de proyección, como biólogos o economistas, también preocupa a los gobiernos. ¿Podría ocurrir, por primera vez en la era moderna, que la “creación destructiva” resultante de la tecnología resultara en “suma-negativa” en lo referente a oportunidades de trabajo?

Curiosamente, lucen mas protegidas las actividades operativas-físicas asociadas con el mundo de los servicios y el entretenimiento que las “tareas-esenciales”, antes asociadas con el conocimiento. Si ese conocimiento es de tipo repetitivo, resulta que Big-Brother lo hará pronto mas rápido, a menor precio, y con el simple apoyo de algoritmos en la nube, cuyo costo de procesamiento va reduciéndose a la velocidad de la Ley de Moore. Ver, Miller (2023, “Chip War”). Decíamos que el impacto de Visores-3D todavía es incierto y que dependerá de los usos que se vayan descubriendo en el futuro cercano, gracias a la experimentación que Apple ha recientemente lanzado, cuya acción ha mermado su valorización (ver gráfico adjunto).

Acemoglu y Johnson (2023 “Power and Progress”) han documentado cómo la remuneración de las tareas de aquellos graduados simplemente de bachillerato ha venido cayendo en un 20% real como resultado de esta automatización. Entretanto, la remuneración a los universitarios empiezan a tener crecimiento cero-real, salvándose todavía las de aquellos con especializaciones y pos-grados. Todo esto corrobora lo dicho por Lee años atrás (2018, “I-A Superpowers”) y ya es evidente el efecto del mundo FINTECH en materia de competitividad financiera (ver Clavijo y Vera, 2023 “Banca Central...”).

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