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Comentábamos recientemente sobre la falta de re-anclaje inflacionario en el caso del Banco de la República (BR). Y decíamos que el BR había obrado bien al elevar en +100pbs su tasa repo en su reunión de septiembre, llevándola a 10%. Pero el salto de la inflación total hacia 11,4% anual, al corte de septiembre, indicaba que la problemática global no le era ajena a Colombia y que el BR deberá perseverar en su tarea de continuar enfriando la economía.
Con una expansión esperada de 7% en el PIB-real de Colombia en 2022, es claro que se tienen señales de recalentamiento por excesos de demanda. Y también es cierto que se tienen choques de costos provenientes del conflicto Ucrania-Rusia, con altos riesgos de extenderse hacia el 2023.
La Administración Petro ha hecho correctos esfuerzos por diluir el impacto de costos sobre alimentos (26% anual en Colombia) y energéticos (18% anual). No obstante, la forma de enfrentar estas dificultades no es atacando la institucionalidad del BR ni sugiriendo controles de capital. De hecho, estos últimos elevarían los costos de financiamiento externo, en momentos en que se tienen cotizaciones de $4.600/dólar, representando costosa devaluación de 13% anual.
Vale la pena analizar cómo lo actuado por el BR va en línea con lo hecho por sus bancos centrales pares en Brasil, México y Chile. Brasil ya venía enfrentando serias dificultades inflacionarias al cerrar con registros de inflación total de 10,1% en 2021 y por esa razón tuvo su banco central que elevar la tasa repo de 2% en 2020 hacia 9,25% en el 2021. La difícil situación inflacionaria ha persistido a lo largo de este año y seguramente cerrará con registros de doble dígito (cercanos a 11%). De esta manera, se tiene que aun un Banco Central que reaccionó relativamente rápido, como el del Brasil, se ha visto en la necesidad de continuar elevando su tasa repo hacia 13,75% (+450 pps a lo largo de este año).
En efecto, y tal como lo ilustra el cuadro adjunto, la relación Ajuste Tasa/Incremento Inflación en Brasil arroja un “multiplicador” de 4,5 veces en este año 2022, dejándolo en una favorable repo real de 2,75%. Este accionar vía tasa repo han permitido que los mercados internacionales continúen su importante labor de financiamiento externo al Brasil. De allí que la devaluación de su moneda frente al dólar haya estado contenida a solo 5% anual (de hecho, la cotización promedia de 5,2 implica una apreciación de 7% frente a la de momentos difíciles 18 meses atrás).
Algo similar ha ocurrido en México, cuya inflación también se había acelerado de 3,2% en 2020 hacia 7,4% en 2021; y por ello su banco central se había movido a elevar su repo de 4,25% hacia 5,5% al cierre del año pasado. Pero en este caso la inflación se agravó de forma significativa a lo largo de este año y cerrará cerca de 10,5% en 2022.
Nuevamente, la relación Ajuste Tasa/Incremento Inflación muestra un significativo multiplicador de 8,3 y de allí que la repo real de México también arroje un favorable 2,5% real, favoreciendo su estabilidad financiera y cambiaria. De hecho, la moneda de México ha estado estable cerca de 20, representando casi cero devaluación frente al dólar a lo largo de 2022.
Sería importante que el presidente Petro y el ministro Ocampo tomaran nota sobre cómo el presidente López Obrador se ha mostrado altamente respetuoso del accionar del Banco Central de México. Esto denota su entendimiento de que estos instrumentales de tasas de interés y flotación cambiaria son los adecuados para enfrentar estas dificultes inflacionarias, las cuales tienen un alto componente global. Como bien lo anotaba el propio Gerente del BR, la experiencia de Colombia con controles de capital no ha sido favorable.
En el caso de Chile, se tienen tendencias mas complejas que las de México. La inflación en Chile se había acelerado del 3% en 2020 hacia 7,2% en 2021 y ha dado un brinco mas comprometedor hacia un proyectado 11,5% para el cierre de este 2022. Por esa razón, el Banco Central de Chile optó por elevar su tasa repo de 0,5% en 2020 hacia 4% en 2021 y ahora se pronostica que cerraría con una repo de 11,5% en 2022 (equivalente a +750 pps a lo largo de este año).
Pero lo curioso es que el balance en la relación Ajuste Tasa/Incremento Inflación tan solo arroja un multiplicador de 1,7, indicando que la reacción anti-inflacionaria del Banco Central de Chile ha sido de menor magnitud que en los casos de Brasil o de México. De allí que su repo-real se ubique en el plano negativo (-10 pps) frente los exhibidos por Brasil y México (superando los +250 pps). No es gratuito entonces que, frente a menores atractivos financieros para atraer capitales del exterior, Chile esté experimentando presiones cambiarias que muestran ritmos de devaluación de 12% anual.
Y, por último, tenemos el conocido caso de Colombia mostrando una inflación que estaría cerca de 12% y una repo que seguramente tendrá que llegar a 11% al cierre de 2022. Luego su balance Ajuste Tasa/Incremento Inflación arrojaría un bajo multiplicador de 1,3, mostrando lenta reacción al igual que en Chile y de allí que su repo real se ubique en -0,5. Al igual que en el caso de Chile, se evidencia también en Colombia altas presiones cambiarias con devaluación cercana a 14%, siendo evidente que la tarea de enfriamiento monetario debe continuar.